Nancy Fraser y la contrahegemonía en tiempos neoliberales // Mariano Pacheco

Coincidimos con Nancy Frazer en que ante el desmoronamiento hegemónico del capitalismo actual (neoliberal, globalizador y financierizado), se necesita una nueva hoja de ruta de las izquierdas en el mundo. Porque si, como toda forma de capitalismo, el neoliberalismo no es sólo un régimen económico sino también un aparato de organización del orden público, una determinada forma (no asalariada) de organizar las tareas de reproducción social para garantizar la oferta de la mano de obra asalariada, un modo específico de interacción metabólica con la naturaleza (extracción de energías y materias primas para garantizar la producción de mercancías), entonces, los sectores que pujamos por un cambio en sentido emancipatorio necesitamos que la resolución de la crisis actual conlleve una gran transformación estructural del capitalismo, que implique una nueva relación de la economía con el sistema político, de la producción con la reproducción, de la sociedad humana con la naturaleza no humana.

Entonces, siguiendo este planteo, en “Contrahegemonía ya! Por un populismo progresista que enfrente al neoliberalismo” aparece con fuerza la necesidad de enlazar las políticas de redistribución (de los ingresos) con las de reconocimiento (una diversidad no jerárquica), si lo que se pretende aun es unir a la clase obrera, entendida –en términos amplios—como la fuerza dirigente de una alianza en la que se incluyan segmentos de la juventud, los sectores medios, capas profesionales, etcétera. Coincidimos, en el planteo y en la preocupación de Frazer por el imaginario de las izquierdas que se concentran en los movimientos sociales, donde predomina la ausencia de pensamiento en torno a otras formas de organización de los
trabajadores, como son los sindicatos y los partidos. Así, la crisis de perspectiva organizativa se entremezcla con la crisis de programas. “Es como si hubiésemos pasado de la crítica al partido
leninista al espontaneísmo neoanarquista”, afirma esta pensadora feminista en este libro publicado por Siglo XXI editor, en el que retoma ciertos plantes del “Manifiesto de un feminismo del 99%” en torno a la urgencia de reavivar ideas vinculadas a la capacidad de la clase obrera de transformarse en clase dirigente de un nuevo bloque contrahegemónico. Pero de una clase obrera –insiste la autora– concebida interseccionalmente, es decir, no reducida a los trabajadores fabriles (varones heterosexuales de la etnia mayoritaria) sino que también contenga a inmigrantes, mujeres, personas de color y quienes sostienen ocupaciones no remuneradas vía salario.
En este sentido, la “estrategia de separación” propuesta por el “feminismo del 99%” sostiene que es necesario “incitar a las mujeres, migrantes y personas de color menos privilegiadas a apartarse de las feministas adaptadas al mercado, los antiracistas meritocráticos y el movimiento LGBTQ+ convencional, cómplices de la diversidad corporativa y del capitalismo verde”. A esta propuesta de gestación de un bloque contrahegemónico de un populismo progresista, la autora la caracteriza como fenómeno de transición a formas poscapitalistas de sociedad. Pero al ser una propuesta surgida del norte global, cuesta entender si en nuestros sures son totalmente homologable al de los populismos teóricos y los progresismos políticos latinoamericanos, muchas veces contrarios a este tipo de propuestas, por ser consideradas aún muy atadas a los conceptos centrales herederos del marxismo.
En nuestro caso, valorando aquello que Laura Fernández Cordero caracteriza en la introducción del libro como la vocación de Frazer de contribuir “a la producción teórica rigurosa en pos de la transformación social”, entendemos que estas reflexiones aportan a seguir pujando por una elaboración teórico-política situada, en la que podamos seguir pensando en las fuerzas sociales que, desde sus luchas, sean capaces de dinamizar cambios profundos, enlazando las nuevas agendas, imaginarios y métodos de lucha con determinadas tradiciones aún presentes en los pueblos de Nuestra América.

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