SOMOS UN MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN SEXUAL // Nicolás Cuello
¿De qué hablamos cuando decimos «somos un movimiento de liberación sexual»?
Significa que soñamos y tratamos de poner en práctica un horizonte de imaginación política que se organiza en torno a los profundos efectos de liberación que se anidan en la promesa de una gestión autónoma de nuestros placeres, en la expropiación definitiva de todas las tecnologías con las que expresamos nuestros géneros, en la invención descontrolada de modos de vida, formas de afectación, maquinarias de sentir, artefactos de modificación corporal y otros dispositivos de intensificación de nuestras experiencias sensibles.
Significa que insistimos en pronunciarnos como un movimiento político de transformación radical del presente, a través del deseo, de la experimentación y de la intensificación de las experiencias que se contienen en la posible libertad en las que arriesgamos nuestros cuerpos y todas sus posibles formas de contacto. Significa que somos un movimiento político que históricamente se pronuncia contra toda forma de dominación, autoridad, tutelaje, explotación, instrumentalización y control sobre nuestros cuerpos, sus deseos, sus potencias y experiencias sensibles.
Significa que exigimos tanto en el cese inmediato de toda forma de violencia sobre nuestra diferencia corporal, sexual y génerica, como la discontinuidad de todas las condiciones histórico- políticas que las garantizan.
Significa que nos esforzamos por visibilizar y reconocer explícitamente cómo las formas de dominación y administración del sexo y las sexualidades están implicadas profundamente en la reproducción normada de la realidad capitalista. Stonewall es solo un momento de nuestra larga historia, pero es un momento importante, un momento de saturación, un estallido, un grito visceral, la expresión de lo inconforme, la lengua de un sueño que dijo «ahora».
Eso honramos quienes confiamos nuestra vida, nuestras pasiones políticas, nuestros esfuerzos y nuestra rebeldía a la liberación sexual: honramos la promesa intempestiva del sexo como un interruptor que todo lo confunde, todo lo transforma, todo lo desdibuja, todo lo descontrola, todo lo incomoda, todo lo libera.
(28 de junio: día internacional del Orgullo LGTBIQ)