Hannah Arendt da la razón a Scholem cuando este afirma la «íntima afinidad personal» de Walter Benjamin con Franz Kafka. Benjamin veía al checo y se veía a sí mismo en clave de fracaso: «una vez que estaba seguro del eventual fracaso, todo le salía bien, como en un sueño». Solo la falta de esperanza permite que las cosas funcionen. No precisaba leer a Kafka para pensar como él. Las grandes afinidades desbordan el juego de las influencias. Arendt encuentra una frase de Benjamin que podría perfectamente pertenecer a Kafka (escrita cuando el primero aún no se había inmerso en la obra del último): «Sólo se nos ha dado esperanza por el bien de aquellos que no la tienen». Benjamin se quitó la vida en la frontera con España, tratando de escapar de la Gestapo -el día en que llegó a la frontera se prohibió el paso a quienes como él carecían del visado de salida de Francia- que había confiscado su departamento en París. Arendt agrega la siguiente pregunta: ¿Cómo podría vivir sin su biblioteca ni sus manuscritos? ¿Cómo iba a trabajar y ganarse el pan sin ellos? A su vez, el autor de las Tesis sobre el concepto de historia temía que su destino en Norte América fuera ser expuesto como «el último exponente europeo».
Dos citas seleccionadas por la propia Arendt:
-Kafka: «cualquiera que no pueda arreglársela con la vida. Mientras está vivo necesita una mano para disipar un poco la desesperación sobre su destino… pero con la otra mano puede apuntar a aquello que ve entre sus ruinas, pues ve más y diferentes cosas que los demás; después de todo, está muerto durante su propia vida y es el real sobreviviente». (Entrada de su diario del 19 de octubre de 1921).
-Benjamin: «Al igual que alguien que se mantiene encima de una nave trepándose a lo alto de un mástil que se está derrumbando. Pero desde allí, tiene la oportunidad de dar una señal de rescate». (Carta a Scholem del 17 de abril de 1931).
Si un programa se nos esboza, es aquel que nos permita realizar el pasaje que va del materialismo del desastre (la forma de lucidez más activa que pueda esperarse de este momento político) a un materialismo ensoñado.