Anarquía Coronada

II. Crónicas del 15-M (desde allá con ojos de acá)


El jueves pasado mandamos algunas impresiones. La situación era la siguiente: miles de personas habían ocupado Sol, kilómetro 0 de Madrid y la corte electoral había dicho que el sábado –jornada de reflexión preelectoral– debía despejarse el predio. A pesar de que Rubalcaba –Ministro del Interior, segundo de Zapatero y precandidato presidencial para el 2012– había dicho que la policía no intervendría sino para garantizar la paz pública, el viernes a las 00 hs. la plaza entró en la “ilegalidad” y, para cerebrarlo, se reunieron unas 25.000 personas según diario El público. Fue el punto más alto de la movilización en Madrid –aunque cosas similares pasaban con escala variable en unas 60 ciudades de España–. Las fronteras entre Sol y el resto de la ciudad se desvanecieron y la «gente» (esa pluralidad indescriptible) tomó Sol en claro desafío.
La organización de la plaza, de alta a creciente. Desde el inicio se prohíbe tomar alcohol. Hay una comisión de «respeto» que impide que los grupos y grupitos pongan consignas particulares o banderas propias. La asamblea se reúne dos veces por día (mediodía y, sobre todo, tarde-noche). Allí se va legitimando todo, se decide de dónde sacar la luz, cómo se gestionan las contribuciones y cuáles son los puntos que la plaza reivindica. Mientras funcionan una cantidad de comisiones que dependen directamente de dicha asamblea general –como siempre, instancia soberana–.
Esas comisiones son las de Respeto (seguridad), Comunicación, Cuidados, Cocina, Acciones, etc. Dentro de la comisión de Acciones, por ejemplo, funcionan una enorme cantidad de grupos de trabajo como “Acción política a largo plazo”, “Acción político a corto plazo”, “Lenguaje”, “Pensamiento abstracto”, “Medioambiente” y un largo etcétera. Cada uno de estos grupos de trabajo se reúne, a su vez, en asamblea diaria y tiene una inmensa vivacidad y aleatoriedad.
El sábado recorrimos varias asambleas. Alcanzaba con que tres o cuatro personas se pusieran a charlar para que apareciera un moderador, un megáfono y una dinámica impactante de agregación.
En las asambleas por las que pasamos primaba lo siguiente: mucha bronca a los políticos tradicionales y un montón de propuestas de bajarles el salario e investigarlos judicialmente. Otro tema recurrente son los bancos. Se discutía, por ejemplo, hacer un referendum público para decidir «qué hacemos con nuestro dinero». 
Otro punto fundamental es cómo sigue el proceso. Hasta cuándo seguir acampando en Sol y cuáles serían las estrategias convenientes para desarrollar el proceso más allá de Sol. A lo primero se resolvió, finalmente, que Sol continúa hasta el domingo próximo. Lo segundo sigue en discusión, pero lo cierto es que hay una apuesta a los barrios. El sábado próximo habrá asambleas en barrios y la dinámica parece ser la de mantener barrios y comisiones y levantar Sol. Ayer un chico de la organización nos decía que recién en tres o cuatro meses se podrá tener en Sol una asamblea general a partir de las asambleas barriales.
Mientras tanto, todo esto fluye con una velocidad impresionante y las cosas se discuten en una decena de asambleas diarias muy bien organizadas.
Charlamos con varios pibes que contaban historias parecidas: no vienen de la militancia, tienen alrededor de 30 años, tienen un tipo de politización personal desde siempre, no quieren saber nada con los partidos políticos ni con lo que llaman el sistema, no tienen buenos laburos, pero saben hacer de todo. Muchos de ellos se sumaron a la plaza después de la represión del martes y a todos se los ve muy convencidos con esta movida y dispuestos a ejercer un poder que están, fascinados, descubriendo. Uno de ellos decía: «Esto no termina el domingo porque esto no es electoral. De acá va a salir una nueva idea de la democracia«.
Durante el domingo de elecciones, el acampe se redujo un poco en cantidad de gente, pero se mantuvo muy poblado y activo. Acompañamos a votar a un amigo, Jabuti. Su idea fue votar un partido chico, interlocutor de la asamblea. Nos dice que un efecto de Sol es que la gente discute de política y piensa dos veces el voto. Casi todos nuestros amigos están filmando y/o haciendo radio en directo desde la plaza.
El domingo por la tarde ya se supo rápidamente el resultado. Lo más remarcado fue, no tanto el triunfo de la derecha, (el PP sólo subió 2 puntos), sino la debacle del PSOE que perdió 8 puntos frente al PP. Izquierda Unida subió un poquito, pero no se benefició para nada del derrumbe del socialismo. El panorama de conjunto es de crisis y reorganización de las izquierdas.
El domingo, conversando con un militante del PSOE, decía que el error del partido había sido aplicar una reforma laboral en vez de dimitir y presentar un programa de crisis. También decía que Sol era su propia base pidiendo renovación.
El corresponsal de Canal 13 en Madrid nos pidió una nota, a lo que nos negamos.

Nos vamos ahora para una actividad y luego a la plaza. 

Abrazos desde Madrid, Verónica Gago y Diego Sztulwark

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