El sábado pasado el macrismo organizó una llamada «Noche de la Filosofía» a cargo del inquisidor oficial Hernán Lombardi en el Centro Cultural Kirchner. Participaron varias figuras, figuritas y figurones del establishment académico y chantas varios, como el macrista foucaultiano Tomás Abraham. También acudieron algunos intelectuales desprevenidos, que se dieron cuenta cuando ya era un poco tarde que esta congregación sofística era una mascarada para disimular la naturaleza persecutoria del régimen. Por esta razón, estos intelectuales desprevenidos decidieron modificar sus intervenciones y prepararon declaraciones en repudio a los despidos de Télam y exigiendo la reincorporación de los trabajadores. Fue el caso de Pablo Alabarces y Diego Singer.
Al intentar hacerlo, advirtieron que el simulacro orquestado no toleraría semejante desvío de los propósitos oficialistas. Una oficiala de Lombardi llamada Marcela Boeris, involucrada en la organización de la kermesse, ordenó bajar el volumen de los amplificadores durante la lectura del texto. Alabarces reaccionó: “¿Podés subir el volumen?”. Su pedido no fue satisfecho. Cuando Diego Singer decidió ceder la palabra a un grupo de los trabajadores despedidos, la oficiala Boeris ordenó directamente cortarles el sonido. “Esto es un claro acto de censura”, denunció otro de los participantes, Alejandro Boverio. El documento estaba firmado por Singer, Alabarces, Boverio y por Ezequiel Adamovsky, Lucía Alvarez, Esteban Buch, Diego Escolar, Maristella Svampa, Darío Sztajnszrajber, Horacio Tarcus y Pablo Wright, entre otros. “Nos preguntamos qué tipo de rol tenemos que cumplir en un encuentro del que Lombardi se jactó durante la misma entrevista en la que presumió de los despidos” se inquietaba Alabarces al darse cuenta cuál era la ceremonia en la que fueron implicados. Otra de las participantes, Lucía Álvarez, les cedió el tiempo completo de su exposición a los trabajadores de TELAM. Boverio se cruzó desde la Noche Oficial hacia la que se organizó en TELAM, «No regalamos ni la noche ni la filosofía».
El que no la pasó bien fue el filósofo presidencial No-no Rozitchner quien, al ver que su stand up estaba siendo intervenido por un colectivo que repudiaba la mascarada, salió de la sala a buscar Seguridad. Literal y metafóricamente, el pedido de auxilio de Rozitchner a los agentes de seguridad terminó siendo la exposición reveladora de la verdad de esta noche de la Filosofía Oficial.
Intervención del Colectivo El loco Rodríguez a este «pensador» canalla.
Porque la filosofía se hace sin permiso….
Sabado 20:30hs
«Acabamos de interrumpir la disertacion de Alejandro Rozitchner.
Con este texto:
La filosofía se hace sin permiso,
La filosofia interrumpe
la inercia-mundo
la normalidad
¿Cuánta expropiación vamos a soportar?
Interrumpirte Alejandro
no es un escrache,
es un acto de respiración
contra la vida que vos y tu gobierno nos ofrecen
Producen dolor
Producen deuda
Producen asfixia
¿Cuánta expropiación vamos a soportar?
Despiden a 354 trabajadoras y trabajadores e invitan a «la fiesta del pensar»
y nuestros doctores filósofos asisten, colaboran y trafican sus marquesinas.
Cuánta comodidad, señores,
cuánto terror metido en el cuerpo.
llegará el día en que paguen caro el dolor que producen
La fiesta no es de ustedes,
la noche no es de ustedes,
La filosofía no es de ustedes,
y no está acá,
se hace mucho mejor aqui a pocos metros
donde se grita
nadie sobra en TELAM.
Mientras tanto en TELAM, junto a los trabajadores despedidos, el mismo sábado un grupo de intelectuales llamaron a otra noche de la filosofía:
Palabras de apertura de Horacio Gonzalez:
González se manifestó emocionado por expresar la palabra «filosofía» junto a los trabajadores y citó un pasaje de Hegel:
Participó también, entre muchos otros, Liliana Herrero:
Qué se amontona en la noche
Qué canción vuelve a crecer.
Qué vino por las cantinas
florece al anochecer.
Otro de los participantes, Diego Sztulwark, dijo:
Y citó unas palabras que días antes había escrito María Pía López: