“Copy»: Contenido escrito o texto que se usa con fines comunicativos con el objetivo de contar aquello que una marca quiere trasladar a su público objetivo. Locuciones, claims, eslóganes, textos gráficos, guiones o contenido web, entre otros”.
Real Academia Española.
Podríamos escribir un único texto madre para las distintas ocasiones que se nos presentaran en la vida. Digo distintas, pero en realidad quiero decir iguales, aunque distintos sean los momentos y las personas que las reproducen en eso que nos empecinamos en conciliar como “el día a día”.
Un texto mater, decía, para llevar adelante aquello que nos propusimos en algún momento y que ahora, persistentemente, debemos defender a capa y espada como un muerto que se arrastra a nuestras espaldas.
Hablamos de un gran texto, heterogéneo pero a la vez cohesionado, unívoco, que pueda llevar a cabo dos o tres tareas fundamentales y necesarias para el funcionamiento de la cosa en general. La primera, la de lidiar con cada situación de forma exitosa y eficiente, sin atisbos de duda ni retrasos potencialmente mortales; la segunda, que ante un escenario conflictivo o amenazante a la vista, lograse reacomodarse volviéndose invisible, como si no existiera. El tercer punto es quizás el más difícil, pero también el más importante: no parecer nunca un único texto. Esto es fundamental, ya que estamos hablando precisamente de un monoteísmo radical. La aparente diversidad es siempre necesaria para mantener la hegemonía, y esto aplicaría también para el texto único.
En esencia, sería como un gran copy, elaborado y natural a la vez. Desplegaría secuencias de palabras automatizadas que no parecerían tales, una especie de hilo de vida en código binario sutil desenredándose suavemente, sin prisa pero sin pausa.
Aunque parezca una misión imposible de un cuento de ciencia ficción, no lo es. Muchos lo han tenido ya a lo largo de sus carreras profesionales sin que ninguno de sus familiares y amigos se hayan percatado de ello (precisamente su magia radica allí: en su no apariencia a nada en concreto, en su excelsa invisibilidad etérea). Toda una vida pretendiendo ser naturales, genuinos, y cada una de sus respuestas estudiadas al dedillo gracias a un guion desarrollado hasta en sus más pequeños detalles.
De hecho, esos copy han logrado en algunas circunstancias tal grado de perfección -la medición de su excelencia tiene una única y profunda variable: responder tal cual se espera a cualquier desafío- que llegó en ocasiones a confundir a sus portadores, haciéndoles creer que fueron ellos y no el texto madre los que desencadenaron los acontecimientos. Supo haber casos muy conocidos, donde empresarios famosos llegaron a confundir su texto único consigo mismos, pasando por alto que un texto madre no es nunca un cuerpo, tan solo un hilo.
Algunos confunden a veces la importancia del copy, sobredimensionándolo. Creen que es un “guión para la vida”, cuando en realidad es un documento oficial para un contexto: el nuestro. Pensar que esto no es así, es pecar de cierta inocencia, o arrogancia. No es lo mismo una prolongación infinita de posibilidades en la Tierra que un mundo precavido, informacional. Para el primero, un texto único sería casi una tautología inviable, inconcebible; en el segundo, su forma más perfecta de funcionamiento estable.
¿Salirse del guión? No es posible, no al menos si lo que se pretende es pasar imperceptible (el perfil alto es enemigo de la predicción). Esto no quiere decir que no hayan sido escritos textos madre para figuras públicas -de hecho, estos son los que mejor y más copies reproducen-, sino que la naturalidad de algo que no lo es se logra únicamente si esta se vuelve inevitable.
El desafío, ahora, está en crear un texto único para todas las cosas, tarea en la cual, dicen, se está trabajando hace ya un tiempo en algún que otro garaje. Expertos, participantes, y también muchos guionizados ad hoc, diseñan lo que será el copy definitivo, que afirman se reproducirá sin necesidad de nuestra presencia íntegra. Este factor será un hito fundamental, un gran paso en la carrera del textus mater, ya que representará la primera vez que se podrá prescindir de nosotros mismos por completo para existir, y no como hasta ahora, donde en algunas ocasiones ciertos elementos humanos emergen interfiriendo el proceso hacia la inocuidad total.