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“Yo paro para que la tierra tiemble y el mundo gire de otra manera” // Entrevista a Alejandra Rodríguez

“Yo paro para que la tierra tiemble y el mundo gire de otra manera. Paro para que florezcan mil asambleas, y para que el feminismo siga revolucionando todo”, dice a Página/12 Alejandra Rodríguez, activista, educadora, integrante del colectivo Ni Una Menos y de YoNoFui, una colectiva que impulsa proyectos artísticos y productivos en las cárceles de mujeres y, afuera, una vez que recuperan la libertad. Tiene 43 años, y trabaja como como profesora en educación superior, y en el Ministerio de Educación de la Nación en el área curricular. Hoy será parte de la marea feminista que marchará de Plaza de Mayo al Congreso en el Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans. “Esta potencia feminista es una reacción desde esa furia y una reafirmación de nuestros deseos”, dice ante este diario, frente al cual analiza el crecimiento que tuvo en los últimos años la movilización de mujeres en las calles: “Como movimiento feminista hemos madurado, logramos construir una transversalidad política incorporando los conflictos sociales como los despidos, la represión, la deuda, la lucha por la educación pública, y la defensa de la tierra. Un feminismo heterogéneo y popular en el que confluyen todos los conflictos, las luchas y las desobediencias al patriarcado”, agrega. Y cuenta los reclamos de las mujeres en la Villa 21.24 del barrio porteño de Flores y en las cárceles.

  -¿Cómo llegás al feminismo?

-No sé si al feminismo se llega… Creo más en un devenir feminista que se va dando a partir de nuestras trayectorias de vida, dolores, luchas y militancias. En lo personal, milité en varios espacios y fui parte de muchas experiencias de luchas colectivas y en esos recorridos el feminismo me fue trabajando, me gusta pensarlo así. Creo que el feminismo es un modo de vivir y estar con otros. Yo no llego al feminismo, el feminismo llega cuando me reconozco pensando y sintiendo el mundo desde una trama afectiva y política que pone en cuestionamiento el sistema patriarcal y capitalista en todas sus expresiones.

  -¿Cuándo empezaste a trabajar con mujeres privadas de su libertad?

-Me aproximo al tema de la cárcel a través de mi trabajo en el área de educación en contextos de encierro en el Ministerio de Educación de Nación, hace unos 12 años. Después seguí vinculada al tema a través de la investigación y el activismo, como parte de la Colectiva YoNoFui.

  -¿Cómo se cruza el sindicalismo y el feminismo desde tu mirada?

-El feminismo plantea una interseccionalidad que atraviesa todos los modos de vida y pone en relación las múltiples formas de pensarnos en relación al trabajo. La manera más interesante que encuentro de cruzar sindicalismo y feminismo, es pensando esa interseccionalidad. El feminismo es una interpelación a las prácticas y dinámicas sindicales, porque éstas son estructuralmente machistas y verticales, es una racionalidad en la que prima el ordenamiento de los cuerpos en pos de determinados conflictos. El feminismo interpela antes que nada esas lógicas de funcionamiento y de distribución del poder. En el caso de este 8M la diferencia se ve muy claramente, nosotras apostamos a un paro como proceso de elaboración e indagación. Un paro como pregunta, como experimentación y las asambleas como espacios de inteligencia colectiva y herramienta política centrales en ese proceso. El sindicalismo decide un paro y los cuerpos se ordenan detrás de esa decisión. Creo que el sindicalismo tiene que democratizar sus prácticas, y el feminismo tiene mucho para aportarle en ese sentido.

 -El proceso de asambleas de mujeres que se dio en todo el país para organizar en las distintas ciudades el 8M ha sido impresionante. ¿Qué factores se conjugan para que florezca de esta forma el feminismo?

–Se conjugan múltiples factores: por un lado es un momento de efervescencia que es imposible leer sin mirar la historia del feminismo, sin pensar en los Encuentros Nacionales de Mujeres, en las luchas a favor del aborto legal, seguro y gratuito; y también en la furia y el dolor que nos atraviesan por la crueldad y las violencias desplegadas sobre nuestros cuerpos. Esta potencia feminista es una reacción desde esa furia  y una reafirmación en nuestros deseos. Por otra parte como movimiento feminista hemos madurado, logramos construir una transversalidad política incorporando los conflictos sociales como los despidos, la represión, la deuda, la lucha por la educación pública, y la defensa de la tierra. Un feminismo heterogéneo y popular en el que confluyen todos los conflictos, las luchas y las desobediencias al patriarcado.

-Participaste en asambleas de mujeres que se hicieron en la villa 21.24 ¿Qué problemáticas surgieron en ese ámbito?

-Una de las preguntas que surgió en la asamblea de la villa fue ¿cómo hacemos para parar la mujeres que trabajamos en el comedor? ¿Cómo paramos las que no tenemos  trabajo formal o somos trabajadoras precarizadas?, preguntas que nos forzaron a elaborar la relación con lo que sí podemos, con lo que deseamos transformar, cambiar en nuestros modos de vivir. En la Asamblea de Flores algunas mujeres contaron los abusos de los que habían sido víctimas en su infancia. Es conmovedor ver cómo las asambleas funcionan como cajas de resonancia de esos dolores singulares, que puestos en común se inscriben en una narración política y afectiva colectiva. En las charlas que tuvimos con compañeras privadas de libertad nos decían que querían parar de tener que negociar sus derechos, que querían parar con la violencia institucional, obstétrica y con el estigma al que las condena su pasaje por la cárcel. La pregunta ¿qué querés parar en tu vida? recorrió distintos espacios donde nos reunimos a elaborar el tiempo de este 8M y abrió una multiplicidad de sentidos que nos revelan que este paro feminista nos atraviesa la vida y los cuerpos,  porque estamos pensando cómo queremos vivir, amar, y estar entre nosotras, reconociendo nuestros saberes, trayectorias y disidencias.

-Cómo te cambió a vos el feminismo?

-El feminismo me sigue transformando. Me cambió en varios sentidos, es como volver a mirar todo con otros ojos, ver la composición general de una situación y a la vez ver sus detalles, los pliegues, ver lo micro, la circulación de afectos, de deseos, y un desarme constante de aquello que te duele. El feminismo es un modo de vivir, de hacer mundo, y creo que es el único resguardo que tenemos ante la intemperie que nos propone el neoliberalismo.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/100255-yo-paro-para-que-la-tierra-tiemble-y-el-mundo-gire-de-otra-m

PARO INTERNACIONAL FEMINISTA 2018 #8M // DOCUMENTO COMPLETO

Hoy estamos acá porque construimos juntas un segundo paro internacional
feminista. Paramos contra los despidos, el ajuste del gobierno y por aborto
legal, seguro y gratuito. Paramos porque venimos a decirle basta a las violencias
femicidas y travesticidas y a las violencias económicas y estatales que
las sustentan. Venimos produciendo este tiempo de desobediencia al patriarcado
y al capitalismo que acumula fuerza en los territorios, revoluciona las
casas, las camas y las calles. Venimos reclamando a todas las centrales sindicales
la convocatoria al paro y la organización de asambleas.
Durante todo el año vimos cómo este gobierno intensificó la represión, las
cacerías contra militantes y la criminalización de la protesta. Desde el feminismo
nos autoconvocamos masivamente pidiendo justicia y aparición con
vida de Santiago Maldonado. Denunciamos el crimen de Estado que asesinó
por la espalda a Rafael Nahuel y que sigue en estos días reprimiendo a la comunidad
mapuche.
Desde el movimiento feminista, evidenciamos el engranaje entre la familia
patriarcal y el terrorismo de estado. Escuchamos, también en el transcurso
de este año, a las ex hijas de genocidas desafiliarse de sus progenitores, evidenciando
cómo la crueldad de los campos de concentración se traducía en
crueldad en la intimidad del entorno familiar. Rechazamos que se les conceda
prisión domiciliaria, libertades y amnistías a los represores. Nosotras volvemos
a gritar que la única casa de los genocidas es la cárcel. Que no olvidamos
ni nos reconciliamos. Y que desde el feminismo estamos construyendo una
casa contra todas las formas de crueldad con que el capitalismo quiere aterrorizar
nuestras desobediencias.

En diciembre salimos a las calles contra la reforma previsional, porque politizamos
la reproducción de la vida y evidenciamos cómo las principales afectadas
somos las mujeres y los cuerpos feminizados, haciendo público un
diagnóstico feminista de la crisis. No hubiera habido diciembre sin nosotras.
Politizamos, también, todas las formas de trabajo de las mujeres, lesbianas,
trans y travestis porque trabajadoras somos todas. Frente a los despidos son
las voces de las trabajadoras las que se potencian por el movimiento feminista,
diciendo Ni Una Trabajadora Menos y llevando las demandas del movimiento
a los ámbitos sindicales y laborales.
Nuestra fuerza callejera empujó a este momento histórico en el que el derecho
al aborto legal, seguro y gratuito exige ser tratado en el Congreso y nos
declaramos en alerta y movilizadas frente al uso oportunista del sistema político
de nuestro histórico reclamo de autonomía.
PARO INTERNACIONAL
FEMINISTA 2018
Nuestra fuerza callejera hace que cuando una de nosotras habla, muchas
otras se sienten acompañadas para romper el silencio: este año, en primera
persona y colectivamente, desnaturalizamos las violencias sexuales. Ya no
nos callamos más. Sin embargo, la violencia femicida y travesticida sigue descontando
vidas. Anahí Benítez, Araceli Fulles, Micaela García, Vanesa Castillo,
Camila Borda, son algunos de los nombres que gritamos este año. Exigimos
la aparición con vida de Johana Ramallo y Yenilda Patiño. Este 8M también
tenemos presente en nuestra memoria la tragedia que nos conmocionó hace
un año atrás: el femicidio y crimen de Estado en contra de las 56 niñas del
Hogar Virgen de la Asunción en Guatemala y de cada una de las víctimas de
femicidios y travesticidios en todo el continente.
Contra todas estas crueldades, hemos desarrollado asambleas en las escuelas
secundarias, en los lugares de trabajo, en los territorios
Estamos acá porque cuando las mujeres del mundo nos organizamos la
tierra tiembla. Lo sentimos con la lucha de las mujeres kurdas contra el estado-nación
y con la lucha anti-imperialista de las mujeres palestinas con quienes
hoy exigimos la libertad de la adolescente Ahed Tamimi. Lo vivimos con
el paro internacional de 2017 realizado en 55 países, las movilizaciones del
3 de junio y 25 de noviembre en Argentina, y las marchas y acciones en muchísimos
otros lugares del planeta. Estamos acá porque también traemos con
nosotras las experiencias, discusiones y lazos que hemos construido entre
todas en los 32 Encuentros Nacionales de Mujeres. Y porque nos reconocemos
en las luchas indígenas, populares y afrodescendientes: remarcamos el
protagonismo de las mujeres en las luchas comunitarias por la vida y los territorios
y en particular de las mujeres mapuches que enfrentan la ofensiva
empresarial y represiva del estado argentino.
Homenajeamos a las asesinadas y pedimos justicia por: Bety Cariño en Mé-
xico (2010), Berta Cáceres en Honduras (2016), Laura Leonor Vasquez Pineda
(2017) en Guatemala. Ellas, como tantas otras, son parte de una secuencia
de “femicidios territoriales”, como se han nombrado estos crímenes políticos,
por conflictos con los proyectos neo-extractivistas de recolonización del continente.
2 / Paramos porque hacemos visible el mapa del trabajo en clave feminista
y porque hemos tramado en asamblea alianzas transversales entre los distintos
conflictos.
Paramos las ocupadas y desocupadas, las asalariadas y las que cobramos
subsidios, las trabajadoras de la economía popular y las que realizamos tareas
domésticas y de cuidado. Paramos las privadas de libertad explotadas en cárceles
provinciales.
Contra el ajuste del neoliberalismo magro que encara en nuestro país el
gobierno de Macri y la Alianza Cambiemos, con la connivencia de los gobiernos
provinciales, rechazamos la precarización total de nuestras vidas.
Por el cese de los despidos y la flexibilización laboral que intentan disciplinar
a la clase trabajadora. Contra la reforma laboral en todas sus variantes,
defendemos los convenios colectivos de trabajo y el conjunto de los derechos
laborales. Apoyamos las luchas de las trabajadoras del Ingenio Ledesma, del
INTI, del Hospital Posadas, de la minera de Río Turbio, del Ferrocarril Sarmiento,
de las docentes, de las empleadas estatales de la Casa de la Moneda,
de la Secretaría de Integración social y urbana de CABA, de la línea 144 y de
los distintos ministerios y dependencias estatales.
Pedimos la reincorporación de todas lxs despedidxs.
Exigimos la derogación inmediata de la reforma previsional porque implica
un retroceso para las amas de casa y trabajadoras domésticas informales.
Rechazamos el recorte de la AUH y de todos los planes sociales. Decimos no
a la suba de la edad jubilatoria para las mujeres y a todas las formas de violencia
laboral contra nosotras.
Rechazamos el uso oportunista de las licencias parentales y de la referencia
a la brecha salarial por parte del gobierno en el contexto de despidos masivos
y de la reciente sanción de la reforma previsional neoliberal.
Exigimos que el trabajo doméstico y reproductivo que realizamos las mujeres
de forma gratuita sea reconocido en su aporte como valor económico.
Reclamamos reconocimiento institucional y políticas públicas para las trabajadoras
de empresas recuperadas, autogestionadas, de la economía popular,
social y solidaria.
Reclamamos la aplicación de la Ley de Emergencia social y alimentaria.
Exigimos: Licencias por violencia de género / Licencias más amplias de paternidad
y maternidad / Asignación para mujeres en situación de violencia de
género igual a la canasta familiar.
Rechazamos la suspensión del Seguro de Capacitación y Empleo
(SCyE) que perjudica especialmente a las personas travestis/trans, mujeres
en situación de violencia doméstica, personas en situación de prostitución y
personas viviendo con VIH. Rechazamos la disolución del Plan Ellas Hacen.
Exigimos implementación y ampliación en todo el país de la Ley de Cupo
Laboral para personas trans, travestis y transgénero, para todas aquellas con
antecedentes penales y para mujeres con discapacidad y mujeres indígenas.
Más presupuesto para políticas públicas que garanticen tareas de cuidado:
escuelas infantiles y jardines comunitarios para trabajadoras, con vacantes
suficientes. Repudiamos que el “presentismo” como premio castigue las tareas
de cuidado que quedan a cargo principalmente de las mujeres.
Exigimos representación de mujeres en la cúpulas sindicales y paridad en
la representación gremial. Exigimos inclusión de las demandas de las mujeres
en las paritarias. Y que sean paritarias sin techo: sin condicionamientos de
parte del gobierno y los empresarios.
Apoyamos la huelga como elemento de lucha de lxs trabajadoras y la movilización
como forma de protesta social. Repudiamos las intervenciones a los sindicatos
como forma de disciplinamiento y extorsión ante la discusión salarial.
3 / Paramos porque exigimos aborto legal, seguro y gratuito.
#Aborto legal, seguro y gratuito
Estamos transitando un tiempo histórico, los pañuelos verdes de la Campaña
Nacional por el Derecho al Aborto nos hermanan en un grito que ya es
global: Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Los mismos que hoy copan las plazas,
como lo hicieron el 19F en el Pañuelazo, cuelgan en las mochilas de adolescentes
y están presentes en numerosas postales cotidianas, construyen una
marea verde que se multiplica en cada reclamo para exigir nuestro derecho a
decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.
Hoy paramos y marchamos hacia el Congreso de la Nación para exigir la
urgente aprobación del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo,
presentado por séptima vez el 6 de marzo pasado por la Campaña Nacional
por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. En nuestro país se
realizan entre 370.000 y 520.000 abortos clandestinos por año. Hoy el aborto
clandestino, e inseguro, sigue siendo la principal causa de muerte de personas
gestantes.
Denunciamos pública e internacionalmente a El Salvador, Honduras, Nicaragua,
República Dominicana, Haití y Surinam como Estados femicidas. Al ser
los únicos 6 países en América Latina con prohibición absoluta del aborto,
son responsables de las muertes y graves violaciones al derecho a la salud
de cientos de niñas, mujeres y trans.
Reclamamos provisión y producción pública de Misoprostol y Mifepristona,
y que la A.N.M.A.T. los reconozca como de uso ginecológico. Instamos a que
el Protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) se implemente sin restricciones
en todo el territorio nacional. Repudiamos enérgicamente la persecución
a médicas y médicos que garantizan el derecho a la salud y el acceso
a abortos no punibles en cumplimiento con la legislación vigente.
Seguimos tiñendo las calles de verde, movilizadas como lo hicimos por la
liberación de Belén y en innumerables situaciones desde hace 13 años y de
esta misma manera, lograremos que nuestro proyecto de interrupción voluntaria
del embarazo sea ley; y nuestra consigna, realidad: “Educación sexual
para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.
4 / Paramos para defender nuestras disidencias sexuales y de género.
#Basta de violencia a las cuerpas disidentes
Basta de criminalizarnos por defendernos: exigimos la absolución para
Higui, atacada por lesbiana, presa por defenderse, liberada por el movimiento
feminista y el activismo lesbiano. ¡Absolución ya!. Demandamos el desprocesamiento
de Mariana Gómez, perseguida y detenida por besarse en la vía pú-
blica.
Exigimos el sobreseimiento de las lesbianas y bisexuales, activistas de diversas
organizaciones, detenidas y encarceladas en la jornada previas al paro
del año pasado y en la jornada de protesta contra la reforma previsional y contra
la llegada de la Organización Mundial de Comercio a Buenos Aires. Basta
de criminalizar la protesta
Abajo el protocolo LGBTTTI de Bullrich. Los derechos conquistados por las
disidencias son derechos humanos que atañen a todo el conjunto de la sociedad.
No necesitamos tratos especiales, exigimos tratos humanos.
Reclamamos la implementación plena de la ley de identidad de género en
todo el territorio nacional: acceso real al derecho a la salud integral, a las rectificaciones
registrales expeditas, al respeto a la propia identidad. Por la protección
de las infancias trans de una vida libre de violencias, de patologización,
de acoso en las escuelas y los centros de salud.
Por la integridad y el respeto de los cuerpos intersex, le decimos ¡no! a las
cirugías compulsivas que buscan una normalidad que es sólo opresión y represión.
Por la integridad y el respeto de los cuerpos gordos, patologizados y
estigmatizados.
Exigimos que se tenga en cuenta en las políticas públicas a las mujeres
con discapacidad, especialmente visual y auditiva.
Denunciamos la precarización que sufren nuestras lesbianas mayores, que
llegan a la adultez sin vivienda y sin familia.
Exigimos la aprobación de la Ley de Reparación Histórica de las compañeras
trans-travestis perseguidas, criminalizadas y torturadas por el Estado a
través de los códigos contravencionales que siguen vigentes.
Queremos que nuestros deseos vitales estén presentes en las escuelas, en
los barrios, en las fábricas, en las plazas, las oficinas y en todos lados. Demandamos
que la academia y las instituciones de salud dejen de patologizar nuestros
deseos y existencias. Basta de violencia ginecológica contra lesbianas y trans.
Queremos representación en los libros de textos y en los medios de comunicación.
La hetero-cis-sexualidad obligatoria es violencia. Los ataques y crímenes de
odio se fundan en el discurso de deseos y existencias naturales, depositando en
la disidencia lo antinatural, lo aniquilable. Denunciamos una avanzada biologicista
que atenta contra personas trans y travestis. ¡Todos los cuerpos cuentan!
5 / Paramos para decir basta a las violencias.
#Basta de femicidios y travesticidios. No queremos más niñas ni adolescentes
acosadas, abusadas, violadas, asesinadas. No queremos más compañeras
revictimizadas por los medios de (in)comunicación.
Basta de femicidios y travesticidios: el machismo, la misoginia y el odio
hacia mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis y trans nos matan.
Pedimos justicia por Amancay Diana Sacayán, militante política, social y
de los derechos humanos, quien fuera brutalmente asesinada en 2015. Le
exigimos al poder judicial que dicte una condena ejemplar calificando este terrible
hecho como un travesticidio y un crimen de odio. Convocamos al inició
del juicio el día 12 de marzo en los tribunales de Talcahuano.
¡Pepa Gaitán y Lohana Berkins, presentes!
Justicia por Melina Romero, Laura Iglesias, Celeste Martinez y todas las
mujeres asesinadas y violentadas. Justicia para Cristina Santillán y para Zulema
Soto, torturada y violada en su casa por personal policial.
Paramos contra las redes del narco que utilizan los cuerpos de las mujeres,
transexuales, lesbianas, travestis y niñas como mercancías de canje. Paramos
contra los abusos de poder de las fuerzas represivas dentro de los barrios
hacia nuestras pibas. Paramos porque tenemos poco acceso a la salud en los
barrios y en las villas, donde las ambulancias no entran, y las instituciones de
salud son vaciadas. Paramos porque nos proponemos una infancia y una juventud
digna y feminista.
Exigimos que se contemplen las desigualdades y las violencias a las que
están expuestas las niñas, adolescentes, mujeres, lesbianas, travestis, transexuales
y transgénero que se encuentran en situación de calle, en riesgo de
estarlo y/o en situación de consumo problemático de sustancias.
Repudiamos la estigmatización del ejercicio de las maternidades diversas
que, en los casos de las mujeres en situación de calle, implica que el Gobierno
les quite a sus niñxs por no contar con un lugar donde vivir.
Repudiamos que las mujeres seamos encarceladas por delitos menores
que criminalizan formas de supervivencia, mientras los crímenes de las corporaciones
y el narcotráfico quedan impunes porque benefician al capital.
Nosotras paramos como mujeres, migrantes y trabajadoras: porque vivimos
una triple opresión. A un año del Decreto de Necesidad y Urgencia
70/2017 que modificó la ley de migraciones 25871, exigimos la eliminación
del Centro de Detención de Migrantes, el tratamiento del proyecto de ley para
la anulación del decreto, la resolución del amparo colectivo contra este decreto
por inconstitucional, racista, xenófobo, que discrimina, criminaliza, estigmatiza
y vulnera nuestros derechos como mujeres migrantes. Migrar no es
un delito, es un derecho humano.
Nos pronunciamos contra la violencia simbólica que ejercen los medios de
comunicación, la cristalización de los estereotipos de género, la estigmatización
de nuestras decisiones, la invisibilización de nuestras luchas. ¡No somos
adornos! Queremos más voces feministas en todos los debates políticos, económicos,
sociales, culturales, somos productoras de sentidos y luchas en
todos los ámbitos ¡Dejen de hablar por nosotras!
Contra las nuevas colonizaciones de los territorios por empresas multinacionales
que nos despojan de nuestros bienes comunes mediante el extractivismo
favorecido por los gobiernos, tratando a la vida como una mercancía y
degradando la Madre Tierra. Contra la intoxicación por agrotóxicos que nos
envenena y nos mata: ¡paren de fumigarnos! Paramos por la defensa de las
semillas y la diversidad de nuestros recursos naturales.
Contra la concesión del acuífero guaraní a Coca Cola-Nestlé. Paramos en
contra del especismo.
Paramos contra el racismo, la discriminación y xenofobia hacia las mujeres
indígenas, negras afrodescendientes y afroindígenas. Paramos para exigir la
libertad de las mujeres de la comunidad Wichi de Juárez. Basta de persecución,
criminalización y judicializaciòn a las mujeres y comunidades mapuche.
Paramos contra el genocidio y femicidio de mujeres que tiene su origen en
la trata esclavista y en la violencia colonial. Paramos contra la justicia clasista,
blanca y patriarcal. Paramos por el buen vivir de nosotras y nuestras comunidades.
6 / Paramos para denunciar que el estado es responsable.
#El Estado y los gobiernos son responsables
En nuestro país, en 2018, es asesinada una mujer cada 29 horas. ¡Exigimos
una justicia que no ampare el poder clasista y patriarcal!
Exigimos la efectiva aplicación de la Ley Brisa. Pedimos excarcelación a las
mujeres con prisión preventiva por delitos menores, domiciliaria para madres
con niñxs menores de 4 años y para jefas de familia. Exigimos que el Estado
revise las causas por homicidio que en muchos casos responden a autodefensa
ante una agresión machista.
Nos pronunciamos contra la justicia patriarcal que no hace cumplir la ley
27206 que declara imprescriptibles los delitos de abuso sexual en la infancia.
Por la derogación de la ley 24270 de impedimento de contacto. Contra la vinculación
forzada con los abusadores bajo el nombre del Síndrome de Alienación
Parental (SAP). Contra la Justicia patriarcal que amputa maternidades y
revictimiza las infancias.
Exigimos que se reglamente y se cumpla la ley de Patrocinio jurídico gratuito
para mujeres victimizadas por la violencia machista. Exigimos tribunales especializados
para la atención de violencia de género y la despatriarcalización
de todo el Sistema Judicial. Paridad en en todos los ámbitos de Justicia.
Exigimos la reapertura y financiamiento de los espacios de atención por
violencia de género en las municipalidades, en las Universidades y en cada
espacio común donde la ley 26.485 prevé que se atienda a las que son victimizadas.
Exigimos cumplimiento efectivo de la capacitación en género para todos
los efectores públicos que intervienen en la problemática de la trata, de la violencia
de género y sexual, abarcando el poder judicial, ejecutivo, y personal
de las fuerzas de seguridad y del área de salud.
Exigimos que se cumpla el protocolo integral de asistencia a las víctimas
de violencia sexual.
Desmantelamiento de las redes de trata y las fuerzas represoras del Estado
y sus cómplices. Condena efectiva a los proxenetas. Creación de políticas pú-
blicas que acompañen a la Ley de Trata, así como todos los instrumentos tendientes
al acompañamiento jurídico y de protección integral a las víctimas y a
sus familias. Denunciamos el cierre de los refugios para las víctimas.
Basta de represión, persecución, abuso y extorsión policial a las trabajadoras
sexuales y a las personas en situación de prostitución. Exigimos la dero-
gación de los artículos contravencionales que permiten mantener detenidas
sin orden judicial a cualquier persona y que criminalizan el ejercicio de la prostitución
en 18 provincias. En especial el artículo 68° del Código Contravencional
de la Pcia. de Buenos Aires.
Exigimos el sostenimiento de los Programas de Educación Sexual y de Salud
Sexual y Procreación Responsable: sin educación sexual, sin acceso a la salud
reproductiva y no reproductiva, es imposible decir Ni Una Menos. ¡La ESI está
en alerta y la defendemos!
Exigimos más presupuesto para salud y educación. Abajo la Cobertura Universal
de Salud (CUS) que es la privatización encubierta de la salud pública.
Decimos no al vaciamiento de la Salud pública, no a los despidos de esxs
trabajadorxs, al cierre de programas y quita de presupuesto. Repudiamos cualquier
intento de arancelamiento.
Nos pronunciamos contra la violencia obstétrica: nosotras elegimos
cuándo, cómo, dónde y con quién parir.
Hay más de 40.000 mujeres viviendo con VIH en todo el país que exigimos
políticas públicas reales para la eliminación de la transmisión vertical.
Basta de reducción del presupuesto que nos garantiza la prevención, Profilaxis,
medicación, adherencia y reactivos. Reclamamos por el respeto de decidir
sobre nuestros embarazos y partos, por el derecho a tener toda la
informacion sobre la lactancia materna de las mujeres viviendo con VIH.
Basta de estigma y discriminacion. Exigimos la promulgación de la nueva
ley de vih, its y hepatitis virales. No hay más tiempo.
Exigimos la descriminalización del cultivo de marihuana por motivos medicinales
y la reglamentación y aplicación de la ley.
Denunciamos el protocolo anti-toma que intenta disciplinar las luchas estudiantiles
y nos pronunciamos contra la reforma educativa que no toma en
cuenta los debates propuestos desde lxs estudiantes. Porque las escuelas no
están exentas de violencia patriarcal, reclamamos protocolo de género.
Rechazamos las propuestas del gobierno destinadas a bajar la edad de punibilidad
de las y los adolescentes, criminalizándolos desde temprana edad
en vez de garantizar el acceso a sus derechos.
Desprocesamiento y libertad de todas/os las/os luchadoras/es populares.
Derogación de todas las leyes represivas. Desprocesamiento y cierre de las
causas a César Arakaki y Dimas Ponce y libertad de todos los detenidos por
las jornadas del 14 y 18 de diciembre contra la reforma previsional. Libertad
a Milagro Sala, Gladys Díaz, Mirta Guerrero, Mirta Aizama y Graciela López.
Por la desmilitarización de nuestros territorios y contra las nuevas formas
de guerra. Basta de gatillo fácil justificado y jerarquizado por el Poder Ejecutivo.
Decimos no a la destrucción de los sitios de la memoria y reclamamos la
apertura de archivos sobre crímenes de la dictadura.
7 / Paramos porque exigimos un Estado laico.
#Separación del Estado y la Iglesia
Somos un movimiento anti-clerical y exigimos el cese de subsidios a la Iglesia
Católica y la educación religiosa.
Repudiamos la intervención de la Iglesia Católica y de todas las iglesias
sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.
Repudiamos su ofensiva en toda América Latina contra lo que llaman “ideología
de género”. Exigimos también cárcel común a los curas abusadores.
8 / Paramos y construimos el movimiento de mujeres como sujeto político.
#Nos mueve el deseo
Por un movimiento internacional feminista que está revolucionando el
mundo.
Por un feminismo inclusivo, radical y de intersección que nos invite a todes
a unirnos a la resistencia al racismo y la explotación capitalista.
Rechazamos la presencia del G20 este año en Argentina, que representa
los intereses de las corporaciones transnacionales y el capital financiero
para el endeudamiento de nuestras existencias. Como dijimos en la Cumbre
de los Pueblos contra la OMC: Luchamos por alternativas a la crisis climática,
de cuidados, financiera y civilizatoria.
Contra toda forma de explotación y opresión, llamamos a nuestras hermanas
de todo el mundo a seguir luchando de manera independiente de los gobiernos
y a favor de construir una Internacional Feminista. Nuestras
desobediencias nos abrigan, nos dan fuerza, y nos potencian en las calles y
en los hogares, en los barrios y en los lugares de trabajo.
Porque el movimiento feminista es hijo e hija de esta historia antipatriarcal
y anticapitalista, y emerge como un contrapoder en todo el mundo frente al
avance represivo, racista y conservador. Por eso con orgullo hoy decimos:
¡Aborto legal, seguro y gratuito ya! ¡Viva el Día Internacional de las mujeres
trabajadoras! ¡Viva el paro internacional feminista!
PARO INTERNACIONAL DE MUJERES, LESBIANAS, TRAVESTIS Y TRANS
¡ABORTO LEGAL YA!
BASTA DE AJUSTE Y DESPIDOS
#NiUnaMenos# VivasNosQueremos!

Hacia el paro 8M de 2018 // Ni Una Menos

El tiempo del paro

Hoy 8 de enero, empezamos la cuenta regresiva para el paro internacional de mujeres de 2018. No es un tiempo de descuento, sino de acumulación de fuerzas, de conversaciones, de encuentros para construir un nuevo grito común.

Producimos juntas el tiempo del paro, que es tiempo para nosotras. Y es un tiempo que se hace denso y que se multiplica porque es cuerpo a cuerpo y porque cuentan allí nuestras disidencias, nuestros territorios, nuestras experiencias y nuestros saberes.

¿Cómo construimos el tiempo del paro?

Nos juntamos con nuestras compañeras en cada lugar de trabajo, con las vecinas, con las amigas, con las organizaciones y los sindicatos, con las estudiantes, las docentes y las trabajadoras de la economía informal. Nos multiplicamos en reunión y producimos un tiempo de asamblea desde ahora. Produzcamos registro de esas reuniones para dar cuenta de que es un tiempo de ebullición y de trama común. Que lo que se dice y elabora en un lado, nutre y alienta a otras.

Por qué insistir con la herramienta del paro

Cuando decimos #NosotrasParamos inventamos un nosotras que alberga mujeres, lesbianas, travestis, trans y a todas las identidades disidentes del cis-hetero-patriarcado. Decimos paro internacional porque esta herramienta nos permite hacer visible, denunciar y confrontar la violencia contra nosotras que no se reduce a una cuestión privada o doméstica, sino que se manifiesta como violencia económica, social y política, como formas de explotación y de despojo que crecen a diario (de los despidos a la militarización de los territorios, de los conflictos neoextractivistas al aumento de los alimentos, de la criminalización de la protesta a la criminalización de la migración, etc.). Con el paro internacional valorizamos otros modos de vida y gritamos que si nuestros cuerpos no cuentan, produzcan sin nosotras. Sabemos que si nosotras paramos, podemos parar el mundo. Lo hicimos en el 2017. Tenemos el desafío de fortalecer y complejizar esta medida común, ampliando la marea internacionalista en el 2018.

¿Cómo paramos?

Multiplicamos las imágenes y los sentidos de lo que significa la huelga aun cuando nos dicen que no podemos parar ni tenemos legitimidad para hacerlo. Hacemos de la pregunta del paro una investigación concreta y situada. Es un desafío al interior de los sindicatos y una interpelación a alianzas con las luchas sindicales que están sucediendo. Pero el paro desborda también los límites del trabajo con salario y valoriza el trabajo de cuidado y el trabajo no reconocido ni remunerado; la producción de lo común en las ciudades y en el campo, en los suburbios y en los territorios indígenas. Produzcamos registro de qué para cuando nosotras paramos, de los múltiples trabajos que dejamos de hacer y de los muchos gestos de suspensión que el paro permite inventar.

La Internacional Feminista

Como nos dicen las zapatistas en su cita para este 8M: la rabia, la rebeldía y la dignidad alimentan formas de autonomía, insumisión y sublevación en diferentes lugares del mundo. Dijimos que nos mueve el deseo: es un deseo de hermanarnos en la búsqueda activa de la dignidad para todxs y nuestros territorios, en defensa de la vida y de la Madre Tierra frente a la avanzada de violencias capitalistas. Nos mueve un deseo de revolución.

¿Cómo nos coordinamos?

En varios encuentros de América latina y el Caribe se propuso unificarnos el 8M con el color violeta que identifica al feminismo para hacer visible esta marea y potenciar con esta gestualidad común las horas efectivas de huelga. Sabemos que ya están en marcha coordinaciones internacionales diversas. Tenemos el desafío de converger en la medida común del paro que se expande con las alianzas insólitas. Construimos estas coordinaciones en las redes sociales y cuerpo a cuerpo, en asamblea y en la calle. Faltan dos meses para el 8M. Este no es un tiempo regresivo, es el tiempo para la insumisión.

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