Todos somos la profe // Diego Valeriano

A todos nos re cabe, nos equivocamos, nos zarpamos, hacemos cualquiera, enloquecemos, arrancamos a los gritos porque sí. Todos somos emboscados, cancelados, scrolleados, señalados, stalkeados, atacadas. Sufrimos la maldad y el oportunismo de los guachos. Sabemos de su odio, desprecio, desdén. Todos somos filmados con carpa, capturados haciendo alguna, hechos meme.  Somos gatos del algoritmo, panchos de la jefa, defensoras de proyectos personales de otros, posteadores de cada cosa que se nos cruza en el muro, presos de nuestra propia estupidez, víctimas en una guerra que no es nuestra. Todos queremos opinar, tenemos que opinar, nos informamos para opinar, dejamos la vida por opinar. Todas somos la profesora, así de desquiciadas, empastillados, odiadas, enardecidos, despistadas. ¿Hay otra forma de ser docente? ¿Hay otra manera de plantarse en el aula y no morir en el intento? ¿Hay otra forma de hablar de política? Todos creemos que hay algo que explicar, transformar, militar, tuitear. Una vida, un grupo, el territorio, una deuda. Creemos que si explicamos se entiende, que es cuestión de argumentos, palabras, datos, hechos, pasión, amor. Todos creemos de manera absurda, mágica, religiosa que la política transforma. Creemos en el Estado, en el trabajo, en la educación, en el futuro y en ser cuidados. En  que el compromiso político es esto y algún posteo más. Creemos lo que podemos de Alberto, que el hijo de ella es un cuadro, en la juventud gloriosa, en los libros, en las series, en la inclusión. Todos creemos y tenemos una razón, un kiosco, una astilla, una soga donde aferrarnos, donde esperar la noche, el finde, la jubilación, la muerte. Todos tuvimos un pasado mejor, una vida más plena, una anécdota, una foto, una amiga que ya no está. Creemos que sabemos, que podemos, que es cuestión de voluntad, que la pasión es esto. Que hay una batalla cultural que se libra en todos lados.  Flasheamos un montón de cosas, pobres, chiquitas, insignificantes, que son re costosas anímicamente, que duelen, que quedan rebotando hasta entrada la noche, que ni valen la pena, que nos traban la cabeza, que no son nuestras. Todos somos la profe y tenemos nuestro estado de ánimo hecho mierda de tanto fuego externo.  

1 Comment

  1. Como nos gusta a les argentines « les arrepentidos´´ y lo mas patético es que su construcción no es silenciosa , siempre HACE RUIDO MUUUUUUCHO RUIDO .
    Recuerdo muchas , aunque la mas deliciosa es la de Martín Antonio Balza ¿ lo recuerdan ? , oficial militar argentino veterano de la guerra de las Malvinas que se desempeñó como jefe del Estado Mayor General del Ejército Argentino entre 1991 y 1999 , que en 1995 martincito hizo un anuncio histórico en la televisión de reconocimiento de responsabilidad del Ejército por violaciones sistemáticas de los derechos humanos realizadas por las Fuerzas Armadas argentinas durante la última dictadura cívico-militar argentina, y ordenó a sus soldados desobedecer las órdenes inmorales que pudieran darse en el futuro .Represiones, torturas y muertes , en las que él participo activamente, ya que desde 1979 y en 1982 fue profesor de la Escuela Superior de Guerra del Ejército, donde dictó materias relacionadas con las áreas de estrategia táctica, e historia militar, para luego desempeñarse como embajador en Colombia, nombrado por los gobiernos de Nestor Kirchner y Cristina Fernández y como embajador argentino en Costa Rica, nombrado por el gobierno de Cristina Fernández .Es decir , nada de RETIRO , y menos aun de ir al rincón a leer y menos de tomar sopa durante una semana….na de na , que los castigos en Argentina , solo para el estatus quo político, son inversamente proporcionales a lo mal que te portas , así es la dirigencia y la literatura política que construimos , cada día, por cierto Mauricio esta haciendo cola para arrepentirse ….

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