Surfeando a través de los tuits etiquetados con #riotcleanup se percibe un error de código: el acto físico de la limpiar de escombros de las calles se funde con el acto de limpiar la calle de los jóvenes negros. La limpieza de calles se convierte en la limpieza de todo rastro de agitación social. Las grietas sociales se desvanecen y a la vez las subclases oprimidas se vuelven invisibles.
Tuitero tras tuitero describen a los manifestantes como “animales” y “ratas salvajes”. Los videos de estas declaraciones se repiten constantemente en los canales de noticias. El mensaje: los manifestantes no son seres humanos. La petición: que no sean tratados como humanos. La ideología del odio es inculcada en nuestros cerebros, y como era de esperar las conversaciones en los medios de comunicación social consisten en decir que las personas involucradas deben ser encerrados, y la llave tirada al mar. O, tal vez en lenguaje más contenido, que estén bajo acción vigilante y punitiva.
Ayer por la noche la primeras acciones de vigilancia tuvieron lugar en el barrio de Enfield. Según las noticias, un grupo de hombres de mediana edad blanca corriendo por las calles proclamando: “Somos ingleses, somos ingleses” Su objetivo era aterrorizar a los implicados en la agitación de la noche anterior, y en el camino la idea de una nueva comunidad excluyente se transformó en el marcaje de aquellos que no nacieron en Inglaterra. Muchos tuits del hashtag #riotcleanup se han enfocado principalmente contra las comunidades pobres de raza negra. La English Defence League (Movimiento racista que propaga la islamófobia y las campañas anti-migrantes) también ha mostrado su interés en jugar un papel de liderazgo en estas “comunidades” en acción.