Lo sabíamos. Lo intuíamos, lo sospechábamos, e incluso existieron signos que nos permitieron confirmarlo. Ahora las pruebas judiciales lo demuestran.
Fuimos espiados ilegalmente por el aparato de inteligencia del Servicio Penitenciario Federal, conocido coloquialmente como “La 50”.
Esto se consigna en un informe publicado en el día de hoy en El Cohete a la Luna www.elcohetealaluna.com en el cual se revela información sobre el espionaje ilegal a detenidos del kirchernismo, familiares y referentes sociales y políticos. Leerlo ahora en un medio periodístico solo confirma a la mirada de todes, la persecución de la que durante años fuimos objeto como organización.
Nos ficharon, nos persiguieron en un auto, y nos sacaron fotografías. Una frase se les cuela en sus informes: Lo único irreal es la reja. Y lo afirmamos, porque es un invento. La reja, las cárceles son un invento que necesitan para poder controlarnos socialmente, es la amenaza con la que vivimos todos los días.
Nos investigaron porque denunciamos públicamente la violencia estatal adentro de los penales y en la calle, porque denunciamos cuando arrastraron a 40 compañeras desnudas a las tres de la mañana de la unidad 31 al complejo IV, para alojar allí a los genocidas, condenados y procesados por delitos de lesa humanidad, quienes hasta hoy siguen en ese lugar de privilegio. Porque fuimos parte de las movilizaciones que apoyaban a les compañeres del CUD, que denunciaban el accionar del SPF en el brutal allanamiento del que fueron objeto en septiembre del 2016. Porque denunciamos la represión a nuestras compañeras que estaban manifestándose por el recorte de sus horas de trabajo en el marco del 8M en 2018 y tuvieron como respuesta tortura y aislamiento. Porque nos hicimos escuchar en el congreso cuando se estaba discutiendo la ley 24.660. Así nos fuimos pronunciando a lo largo de los años, en marchas, en comunicados, acompañando habeas corpus y presentándonos con nuestra personería jurídica como Amicus Curiae en cada denuncia que hizo falta. Por todas estas acciones en 2016 se nos prohibió el ingreso al Complejo Federal IV en el cual desarrollábamos actividades desde el año 2002. Sabemos efectivamente que los espionajes estuvieron presentes desde mucho antes a estos hechos que nombramos, porque los mecanismos de una fuerza siniestra como la del Servicio Penitenciario Federal, han sobrevivido en todos los Gobiernos, como las cucarachas a la extinción; no importa el color político ni la década en cuestión. En dictadura o en democracia, el SPF ha sido un instrumento enfocado en el ejercicio de la crueldad contra les compañeres privades de libertad.
Vamos a seguir pensando en colectivo, interpelando a la justicia y al poder punitivo. Vamos a seguir segundeando a todes nuestrxs compañerxs que están detenidxs y a quienes salgan. No van a frenar nada de lo que venimos haciendo. No les tenemos miedo como tampoco lo tuvimos antes. Una vez más, esto es leña que alimenta el fuego de nuestra lucha