El miedo como factor de la política
Que el Indio Solari sea el ídolo de 678, que muchas míticas frases ricoteras sean declinadas al interior del universo K es, sin duda, la batalla cultural más pedorra de la que tengamos memoria. Pero es sobre todo el aterrizaje vegetariano de una poética que, alguna vez, fue caníbal.
Como invitación a discutir la película “El Estudiante (premiada por el BAFICI 2011 y actualmente en cartelera en el Lugones), ofrecemos un primer texto e iremos subiendo todos los que manden durante los siguientes 15 días. El próximo será el tuyo.
Una excursión a la facultad de Sociales
por Juan Pablo Hudson
Laclau Reload (Lobo aúlla)
El 15 de octubre mucha gente se lanzará a las calles contra el asalto financiero que está llevando a la bancarrota de la vida social, la obliteración de la democracia, la destrucción de las estructuras sociales y el crecimiento de la violencia.
El domingo por la mañana se empezó a sentir el otoño en Nueva York. En el parque Zuccotti en el sur de la ciudad, debajo de lonas y mantas que cubrían colchones inflables y bolsas de dormir, se asomaban cabezas con gorros y pies con calcetines gruesos. Despertaban los ocupantes de Wall Street. Algunos barrían el parque, organizaban la comida que han recibido como donativos en una sección que parece un pequeño mercado, o comenzaban a desplegar sus pancartas, principalmente denunciando la corrupción del sector financiero y las desigualdades generadas por el sistema económico que beneficia a una minoría. “Somos el 99%, que no lo tolerará más”, dicen los manifestantes.
En el crack de 2008 se destruyó más propiedad privada, conseguida con gran esfuerzo, que si todos los presentes se pusieran a destruir día y noche durante semanas. Nos dicen que somos soñadores. Los verdaderos soñadores son aquellos que piensan que las cosas seguirán siendo como son indefinidamente. Nosotros no somos soñadores, sino los que estamos despertando de un sueño que se ha convertido en pesadilla. No estamos destruyendo nada, sino siendo testigos de cómo el sistema se destruye a sí mismo.
Mario- ¿Cómo lo ves?
Ángel- Menos gente, ¿no? Más banderas, más siglas, más “de lo de siempre”.
M- Hum, sí… La gente hoy es muy práctica. Y el 15-M no ha conseguido nada. ¿Por qué volver a venir entonces? Ahora venimos sobre todo los más militantes, para quienes la vida es esto.
(gritos: ¡Que no, que no, que no nos representan!)
Á- ¡¿Que el 15-M no ha cambiado nada?!
M- No sé, dímelo tú. ¿El qué?
Á- Fíjate en esta misma manifestación. No está legalizada. Ahora convocamos y punto. Ni se nos pasa por la cabeza pedir autorización, ni nos acordamos ya de que habría que hacerlo. Es un cambio, ¿no?
M- No me dirás que hemos organizado todo este pifostio sólo para convocar manifestaciones sin pedir autorización. Tanta manifestación además… nos cansaremos. ¿Sabes la factura que pasa movilizar, generar tanta expectativa y tantos esfuerzos, y frustrarlos? Falta el para qué de todo esto.
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“y así vez que hasta mi sombra brilla en esta ciudad…” (Rock Yugular, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota)
“Eso no es culpa de la merca Pollo. No hay nada que sea ni absolutamente malo, ni absolutamente bueno. Si vos te comés un kilo de azafrán seguramente también te va a hacer mal. Si te tomás un kilo de merca…jaja, viste que lío” (Del Chiqui al Pollo)
Lo dijimos, Ricardo atemorizado corre sin rumbo por las calles nocturnas. La de Okupas es otra calle y otra noche (diferente a la actual): la nocturnidad de Okupas es lisa, vacía, poco habitada…No es la noche actual; la organizada y poblada por móviles de TV, por policías, por personal de seguridad, por cámaras de vigilancia…La noche de Okupas no está estriada por el espectáculo, ni por la seguridad, es una noche poco colonizada en la que todavía es factible el desvió y el choque con otros. En la velocidad de una corrida nocturna, callejera (esa corrida tan generacional; la corrida por un afano, por la persecución de la yuta, por alguna cagada de la que hay que escapar, por miedo…siempre la acción es correr. Hay un guiño a esa escena inicial de Trainspotting 4 ) se da el encuentro con Walter. No es menor la mención al clinamen en el epígrafe, las calles y la noche podían provocar encuentros (que no fueran leídos y remitidos a imágenes de pánico moral y criminalización… El miedo al otro quedaba subsumido a la necesidad de la rachada en común, al aguante.). Y de esos encuentros –cuando tomaron carne, cuando fueron duraderos-nacieron mundos, sentidos, realidades para habitar. Se volvieron necesarios. El azar, lo aleatorio como condición de posibilidad del encuentro de los pibes de Okupas. En la escena en que Ricardo se reencuentra con El pollo, un antiguo compañero de la escuela primaria (uno de las pocas reminiscencias al pasado, a conocidos antiguos que se vuelven a ver. Esto lo veremos más adelante), se sorprende de que este ande enfierrado, conmovido le pregunta, ¿De dónde sacaste el arma? El pollo irónico le contesta, “Me la gané en un sorteo”. Una respuesta sintomática, el azar parece ser el trasfondo de las vidas de los pibes.
Una última cuestión: Pensar –como en muchas ocasiones se hace- a estas movidas como producto del ocio forzado es un gesto sumamente reactivo. Cómo si se pudiera poblar de otros modos el tiempo cotidiano únicamente cuando ese tiempo nos lo otorgan despojado de cualquier disciplinamiento social (si es posible que una situación así exista). Una lectura inofensiva que piensa otro uso de los cuerpos, del tiempo, del espacio –uso colectivo, festivo, aventurero- simplemente como una especie de licencia…Por más que determinadas dinámicas sociales productoras de sociedad hayan quedado perimidas, eso no implica que cada momento en que se desplegó –y despliega- un tiempo de nosotros no implique una disputa política sumamente vital.
Preguntas finales: ¿Existe algo así como una memoria maldita de estas movidas pibes que se obtura en los discursos públicos/mediáticos actuales?, ¿Estos gastos incondicionales parieron memorias potentes?, ¿Dejaron “saberes generacionales” que son socialmente productivos en la actualidad (para el gobierno de lo social)? En tal caso, ¿Qué podemos hacer en el presente con esas imágenes, con esa memoria viva?
Notas al Pie:
2. Estado y máquina de guerra, Gilles Deleuze (Lo citamos porque se lo merece, por nada más).
4. En el comienzo de Trainspotting, Mark Renton (el actor Evan Mac Gregor) corre –escapa de sus persecutores tras un robo, y también escapa de una forma de vida- mientras se recita un gran monólogo “Escoge la vida. Escoge un trabajo. Escoge una carrera. Escoge una familia. Escoge una puta televisión grande, escoge lavadoras, coches, discman y abrelatas eléctricos. Escoge buena salud, bajo colesterol, y seguro dental. Escoge pagos de hipoteca por cuotas. Escoge tu primer hogar. Escoge a tus amigos. Escoge trajes de poliester y maletas que combinen. Escoge un apartamento de tres habitaciones en alquiler en medio de un montón de putas fábricas. Escoge emborracharte y preguntarte quién coño eres un domingo por la mañana. Escoge sentarte en ese sofá, viendo programas de concursos que entumezcan tu mente y aplasten tu espíritu, mientras te metes una comida basura por la jeta. Escoge pudrirte al final de todo, estando sólo en una casa miserable, nada más que una vergüenza para los mocosos egoístas y malcriados que engendraste para reemplazarte. Escoge tu futuro. Escoge la vida… ¿Pero por qué querría hacer yo algo así? Yo escogí no escoger la vida. Yo escogí algo más. ¿Las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína? «
5. Como ejemplo; las cámaras yendo a registrar la plaza del 2001 o la plaza de la muerte de Kirchner diez años después…acontecimientos que desbordan la pantalla, lo mediático aquí no es el a priori organizador del suceso social, sino la maquina que lo registra pos facto…). Algo de esto puede haber.
6. LLegamos al punto culminante del hecho, te voy a hacer escuchar el primer tema que yo escuché de estos tipos, de los rolling eh! Lo que confirmaron así la confraternidad sentimental auditiva musical que yo tenía… Ricardo, para! estas así a punto de presenciar el hecho que confirma, ratifica, la confraternidad que yo siento por estos tipos.. el punto G de la música digamo, entendés, una cosita así, ehh está bien Chiqui? Para ustedes loco! Esta es la presentación que Walter hace del tema My Girl, cuando va a poner play, la gente del negro Pablo irrumpe en la casa….
7. Ricardo abre la puerta de la casa y se sorprende, un gordo de enormes dimensiones, -un cuerpo barroco-vestido con una remera manchada, lleva una sandía en su hombro, lo mira y lo dice; Hola loco, traje una sandia…
8. A propósito, ¿los buenos volvieron y están rodando cine de terror?
9. Esa implosión de los interiores también se ve en un dialogo entre Ricardo y la piba con la que estaba saliendo, Ricardo le dice que estudiar no tiene sentido, que no sirve para nada…La ficción educativa pierde sentido. Pero la piba le responde que no le diga boludeces a su hijo, estudiar sirve, es un medio para salir de la situación de pobreza en la que ella y su hijo viven, no como Ricardo para quien la estadía en la casa –y en el mundo de la pobreza y la marginalidad- serían solo unas vacaciones.
11. Mundo adulto no solo como corte etario, también como símbolo de la resignación. Con la adultez llega la estabilización de un estado de cosas, antes caóticas y experimentables. El mundo adulto como ese gesto reactivo de colgar los botines.
13. La noción de gasto, G. Bataille.
17. Todo plan está destinado a fallar, dirá Jean-Luc Godard.