En ocasiones votar puede ser un acto político. En otras, se vota como se paga impuestos o se respetan los semáforos, es decir, como implícitos de la vida colectiva. ¿Será que un acto se vuelve político cuando se carga de implicancias y sentidos y que deja de serlo apenas se vacía de ellas? Votar en las PASO de 2019 fue un acto político en la medida en que permitió constituir una acción defensiva eficaz de rechazo al programa del macrismo, pero no ocurrió lo mismo con las recientes PASO de 2021. Sin la pandemia no se explica, pero con la pandemia no alcanza para comprender tan veloz despolitización. Falta agregar esa dosis de trivialidad que contribuyó a disolver aquel mínimo político obtenido por votantes kirchneristas, peronistas y/o de la izquierda contra el programa del macrismo del 2019. Al calor de la crisis, el propio sistema político ha perdido en estos años parte de su eficacia conductora, porque no alcanza a procesar tanto malestar y empobrecimiento. Con lo que se impone una pregunta que va más allá de las del próximo 14 (¿ir a votar?, ¿votar por quién?): ¿cómo recuperar ese mínimo político defensivo ante lo que se nos vino encima?
Querida arma humeante // Franco «Bifo» Berardi
Al igual que las algas mutantes y monstruosas que invaden la laguna
Conozco a muchas personas argentinas y he hablado del tema con ellas. Con los datos que he podido ver por mi cuenta y eso, no entiendo cómo puede haber tanto peronismo en Argentina. Perón me parece un personaje político difícil de asimilar a un país que desea desarrollarse en el mundo actual.