Hay madres y abuelas travas de pañuelo blanco
giran en el conurbano alrededor de la pirámide de un bicentenario
a donde desaparecidas todavía vamos
sin estado de derecho
ni estado de gracia
solo la ronda de esperar el auto que frene y que tire
esos pesos mugrientos para pagar la pensión
rodar
rodar
siempre rodar mas
trava de huellas
lejos de la binaria calma de la tele en casa
y esa santita idea de mesitas floreadas
a este desfile vamos sudacas
armadas de la nueva idea
con carteles con la foto del chico con nombre de nena
o al revés
esa bandera que no siempre la cargan los militantes
que tan a la izquierda les da vergüencita de derecha llevarla
tan padrecitos de familia que son a la final
con hijos como dios quiere y manda a la final
eso si, todos con nombres de varones de la revolución
pero lejos de semejantes mariposonas andanzas
“¡que las ideas no entran por el culo mi niño!”
“¡maricona nunca Marx!”
“¡eso es burguesa debilidad compadre!”
si supieran…
que al final siempre al final
hasta seguro que se animan al roce trava
al salivoso tacto trava
al devenir húmedo trava
bajo el mantel
a oscuras
subte
no vaya a ser que los cumpa se enteren de esta ganga de eros equivocada
por eso a esas banderas las llevamos solas
con las madres y las abuelas de la deshonra
que todavía es constitucional
aunque nosotras si les hagamos numero en sus tantitas marchas
de la por cierto… gloriosa libertad