“Qué bien jugó hoy Argentina. Pudieron ser cinco goles. Felicidades camarada Maradona.”
Aníbal Fernández: En las estructuras organizadas de poder, la decisión criminal se adopta en la cúspide.
***
Sí, la política es anterior al cristianismo. La política emerge a la par de lo que comúnmente suele entenderse por civilización. Una herencia de la sabiduría helena, de su Democracia ateniense. El agora, los sofistas y filósofos, la palabra pública: la política como «teoría de la ciudad” (polis) y de los vínculos que en ella se producen. La política, la ciudad y la palabra pública, entonces, como elementos inherentes de cualquier democracia, incluso de estas democracias de pecho frío.
La política (antes y después de los sablazos) se articula en torno a la palabra, a la palabra pública, a la palabra persuasiva, a la palabra que (con)vence con argumentos. Pero, ¿qué pasa con la palabra y su capacidad persuasiva cuando es arrastrada por la velocidad y sitiada por 140 caracteres? (Este breve párrafo, que aún no dice nada, ¡ya tiene 367 caracteres!)? ¿Qué pasa, en este marco, con la política?
***
El vínculo entre escritura y brevedad es extenso y prolífico. Muchas veces la economía de recursos se volvió un modo posible y deseado de la palabra: un arte, una virtud que pocos podían ostentar. Ahí está esa milenaria forma poética japonesa de sólo tres versos (de 5, 7 y 5 sílabas respectivamente) a la que llaman Haikú para certificarlo. La escasez de elementos utilizados es proporcional a la atención que generan sus versos perdidos en el blanco (en este caso, en el negro) de la hoja:
o
“Cuando el amor es rey, no necesita palacio”
***
Pero volvamos, luego de este recorrido que echa por tierra cualquier intento de presentar como extremadamente novedoso el vínculo entre brevedad y escritura propuesta por la red de microblogging de los 140 caracteres, a la relación entre Twitter y la palabra pública. Volvamos para reafirmar cómo, de un tiempo a esta parte, twittear se ha vuelto una praxis inevitable del ser social, una habilidad indispensable si de deportistas, actores, músicos, modelos, políticos, fabricantes de chocolate o de cualquier otro integrante del star sistem se trata.
Empero, nadie ha llegado tan lejos en la exploración y reivindicación de esta novedosa práctica como líder de la Revolución Bolivariana: persuadido de que las redes sociales “son un arma que tiene que ser usada por la revolución«, su cuenta en Twitter (chavezcandanga) cuenta a la fecha con más de 300.000 seguidores. Incluso como parte de una política de consolidación de alianzas continentales, insto a Evo Morales («Evo, ¿tú no estás en Twitter? Invitamos a Evo al Twitter», dijo) y a Fidel Castro («Agarra tu Twitter ahí, Fidel”) a que se sumen a esta ola que, es evidente, no para de crecer.
***
Dicen los que saben que el amanuense o copista medieval –pluma, raspador y tinta en mano- era un trabajador incansable: su jornada podía extenderse hasta 16 horas diarias, en las que copiaba entre uno y tres folios de un libro que podía llevarle meses, años. La temporalidad del medioevo y el silencio monasteril lo posibilitaban. A ellos les debemos las grandes obras de la antigüedad clásica, los textos fundantes de nuestra civilización, de nuestras Ciencias, Artes y Letras.
***
Escritura breve y veloz como condición de época. Las palabras y sus soportes se transforman. La lengua se reduce y agiliza. Todo se vuelve más liviano. Lo más profundo es la piel, dicen. Pero ¿cuán vastas son estas transformaciones? ¿En qué medida estas dinámicas alternar modos de pensamiento y procesos cognitivos? ¿Nos hallamos ante un fenómeno más o menos pasajero, más o menos de moda, que tarde o temprano algún dispositivo pedagógico logrará neutralizar o, en cambio, asistimos a la constitución de un nuevo modo de vincular lo vivo, lo público y el lenguaje? ¿Qué modos adopta la palabra pública en estas condiciones? ¿Qué instituciones son las apropiadas para estos modos?