En el marco de las protestas del día de ayer -que iniciaron las personas privadas de su libertad en toda la provincia de Buenos Aires tras la suspensión a último momento del protocolo de visita autorizado por el SPB-, nuestros estudiantes no sólo buscaron generar instancias de diálogo, sino que defendieron el espacio universitario exponiendo sus propias vidas. Hoy domingo 1 de noviembre, por la mañana, nos enteramos que funcionarios del servicio penitenciario atacaron e incendiaron nuestro Centro Universitario.
Se trata de un hecho absolutamente repudiable, de enorme gravedad institucional y con pocos precedentes. Sin embargo, la agresión y daños contra nuestro espacio universitario por parte de funcionarios del Servicio Penitenciario Bonaerense no fueron un hecho aislado: el Centro de Estudiantes Universitarios de la Unidad 31 de Florencio Varela también fue saqueado e incendiado.
Recién mañana lunes por la mañana podremos determinar la gravedad de los daños físicos ocasionados y tomaremos como Universidad las medidas correspondientes. Pero, ante un panorama tan desolador, con el dolor en los ojos de ver destruido el esfuerzo de tantos años y una Unidad Penal que quedó literalmente desvastada, algunas certezas están a la vista.
Los únicos dos espacios que no fueron destruidos en la jornada violenta de ayer fueron el Centro Universitario y el gimnasio de Espartanos. Son los únicos dos espacios que se construyeron desde abajo con lxs estudiantes, organización y consciencia colectiva. A la hora de pensar la reconstrucción del CUSAM y la Unidad Penal, deben ser nuestra guía.
Otra certeza que nos acompaña desde nuestros inicios en 2008: que el CUSAM haya sido incendiado justifica y compromete doblemente nuestra tarea. El espacio universitario CUSAM es desde sus comienzos un espacio también para lxs trabajadores del SPB. Lo sucedido sencillamente refuerza nuestra convicción de que su formación es necesaria para transformar este modelo penitenciario agotado.
Se equivocan quienes piensan que el CUSAM, al igual que los demás centros universitarios en las cárceles de todo el país, es algo material que se puede destruir. Desde el momento en que prendimos la mecha de la educación, el CUSAM está a salvo para siempre y ardiendo más que nunca en la consciencia de todxs sus estudiantes y docentes.
Nuestra certeza más grande es que la llama del CUSAM está adentro y afuera: es una construcción colectiva entre distintas comunidades de la región. El CUSAM es la Escuela Técnica, la Colmena, El campito, las empresas recuperadas, La Biblio, el Meren los Amigos, el Bachi La Esperanza, Diego Duarte, America Mestiza, EPM, FM Reconquista, 8 de Mayo, Bella Flor, El CUSAM es fruto de todas estas y más experiencias colectivas. Por eso el CUSAM renace y se multiplica con el apoyo que hemos recibido a lo largo del día de todxs ustedes. Mañana, amigxs, florecerán mil CUSAM, porque el CUSAM somxs nosotrxs.
triste situacion, es lamentable, el CUSAM fue atacado a balazos, los estudiantes agredidos en muchas oportunidades, trasladados en otras, por tan solo pretender tener una mejor vida.
que dificil que existan sectores sociales que no lo admitan