Incluso los japoneses no hablan japonés // Jun Fujita Hirose

Las Jornadas de Estudios Japoneses, organizadas por el Departamiento de Filosofía y Sociedad en el Salón de Grados de la Facultad de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, el 20 de febrero de 2024.

El título de mi conferencia debería ser: “Incluso los japoneses no hablan el japonés” en lugar de “hablar japonés”. Prontito ustedes verán por qué.

 

  1. ¿La lengua oficial de Japón es el japonés?

No. En la Constitución de Japón de 1946 ningún artículo reconoce el japonés como lengua oficial del Estado, ni siquiera se refiere al japonés. Fuera de la Constitución tampoco existe legislación alguna que reconozca el japonés como lengua oficial del Estado.   

(1) Japón no tiene lengua oficial.

(2) El japonés no sólo no es la lengua oficial de Japón, sino que además el japonés no existe oficial o públicamente, dado que su existencia no está reconocida jurídicamente por el Estado. El japonés no existe, o sólo existe en privado.

 

  1. ¿En qué lengua está escrita la propia Constitución de Japón?

En una lengua. En una lengua ovni. En una lengua desconocida por el Estado. En una lengua que no tiene ninguna legitimidad para servir en la redacción del texto constitucional. Teóricamente la Constitución de Japón podría haberse redactado en cualquier otra lengua.

La lengua en cuestión no tiene tampoco nombre oficial. Sólo podemos susurrarnos su nombre en secreto. Nos susurramos su nombre, pero nadie está seguro de que entendamos exactamente lo mismo por ese nombre, que es el japonés.

 

  1. ¿La lengua oficial de España es “el español”?

No. En el artículo 3 de la Constitución española de 1978, la cláusula primera dice que “el castellano es la lengua española oficial del Estado” y la segunda cláusula dice que “las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas […].” Esas dos cláusulas declaran que la lengua oficial de España no es “el español” sino el castellano, puesto que el castellano es una de las “lenguas españolas”. Y esas cláusulas prevén la posibilidad de que las demás lenguas españolas sean cooficiales.   

La tercera y última cláusula del artículo 3 dice: “La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural […].” Así el Estado reconoce constitucionalmente la existencia del castellano y de las demás lenguas españolas.

(1) España tiene su lengua oficial y sus lenguas cooficiales.

(2) El castellano y las demás lenguas españolas existen oficial o públicamente.

(3) El término “castellano” es el nombre oficial dado a una lengua cuya existencia está reconocida por el Estado.

(4) La propia Constitución española legitima el hecho de que está redactada en castellano y en las demás lenguas españolas (el balear, el catalán, el gallego, el valenciano y el euskera).

 

  1. ¿Cuáles son las lenguas oficiales de Chile, México, Argentina y Uruguay?

Ninguno de esos cuatro países tiene lengua oficial jurídicamente reconocida. No existe entonces ningún fundamento jurídico para el hecho de que sus respectivas Constituciones están escritas en una lengua determinada. Esto no significa, sin embargo, que la lengua en cuestión no tenga nombre oficial. Se denomina “español” o “castellano” oficialmente y recibe ese nombre oficial de España.

 

 

 

  1. ¿Japón tiene su nombre oficial?

Sí y no. Japón tiene su nombre oficial en forma escrita, pero no en forma oral. La Constitución de Japón denomina al Estado “日本国” con tres sinogramas (kanji), pero no precisa su pronunciación. Esa palabra escrita en tres sinogramas se pronuncia habitualmente “nihon-koku” o “nippon-koku”, pero ambas pronunciaciones no están reconocidas jurídicamente como oficiales.

(1) Japón sólo tiene su nombre oficial escrito en sinogramas, es decir, en letras de origen chino; y, a nivel oral, sólo podemos susurrarnos sus nombres provisionales o aproximativos.

(2) Lo mismo con el nombre del pueblo japonés. La Constitución de Japón comienza por referirse a ese pueblo al denominarlo “日本国民” con cuatro sinogramas, pero nunca precisa su pronunciación. Esos cuatro sinogramas forman un tetragrámaton, comparable al del nombre del Dios único (YHVH o YHWH). El pueblo japonés es un peuple inavouable, un pueblo inconfesable o sólo confesable en privado.

 

  1. ¿Japón tiene su Antonio de Nebrija?

No. Japón no tiene tampoco su Real Academia.

Durante el Período Edo que duró 260 años hasta la Restauración Meiji de 1868, Japón estuvo dividido en tres centenares de dominios, entre los cuales la circulación de personas estuvo muy restringida por el gobierno central. Esto produjo múltiples dialectos regionales muy distintos entre sí. El proceso de unificación de Japón en un Estado-nación necesitó el establecimiento de una lengua estándar, pero lo que se encargó de esa tarea no fue un Nebrija ni una Real Academia, sino la libre circulación de personas y la comunicación de masas, en otros términos, un laisser-faire lingüístico.

Esto dicho, desde principios del siglo veinte, Japón lleva siempre disponiendo de un consejo asesor que se dedica al establecimiento de normas gramaticales y a la elaboración de políticas lingüísticas estatales. Sin embargo, la competencia efectiva de ese consejo ha sido siempre muy limitada y en ningún caso comparable a la de la Real Academia Española o de la Academia francesa.

 

  1. ¿Es posible evaluar si uno habla bien o mal el japonés?

Sí, es posible. Y no sólo es posible, sino que cada vez que uno dice algo en japonés, se expone necesariamente a la evaluación de si habla bien o mal el japonés. Pero, esa evaluación no puede ser trascendente, puesto que, como acabamos de ver, no existe ninguna autoridad capaz de producir normativas coercibles. La evaluación no se hace según las normativas, sino en las relaciones de fuerzas: quien habla bien el japonés es quien hace entender su japonés de una manera u otra. Esa evaluación inmanente nos lleva a reafirmar que el japonés sólo existe en privado.

Pongamos un ejemplo. En el libro de Simone de Beauvoir, El segundo sexo, hay una frase siguiente: “pour les anciens il y avait une verticale par rapport à laquelle se définissait l’oblique.” ¿Cómo traducirla en castellano? Se puede traducir en: “para los antiguos existía una vertical con relación a la cual se definía la oblicua.” Si bien es cierto que podemos poner “en relación con” o “con respecto a” en lugar de “con relación a”, no es menos cierto que prácticamente no tenemos alternativa en cuanto a la construcción global de la frase. Yo no puedo hacer mi traducción. Tu tampoco la tuya. Nadie puede hacer su traducción. Sólo podemos hacer unas variantes posibles de la traducción. Y lo hacemos según las normativas promulgadas por la Real Academia Española. No nos preguntamos, ni siquiera un ratito, si logramos o no hacer entender nuestras traducciones.

No es para nada así en el caso de la traducción en japonés. Ahora mismo yo personalmente no tengo ninguna idea de cómo traducir esta frase de Simone de Beauvoir. Tengo que partir de cero. Ustedes también tienen que partir de cero. Y, por eso, cada uno de nosotros llegará a su traducción, sin tener ninguna certeza de que esa traducción vaya a funcionar.

 

 

        

 

8 ¿Todos los japoneses tienen el deber de conocer el japonés y el derecho de usarlo?

No en absoluto. Nadie conoce el japonés ni puede usar el japonés, sino que cada uno sólo conoce su japonés y sólo puede usar su japonés, puesto que el japonés no existe o sólo existe en privado.

La Constitución española dice que “el castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla”. ¿Quiénes son “todos los españoles”? Son los castellanos y los demás españoles. Los que tienen “el deber” de conocer la lengua española oficial del Estado son sobre todo los españoles no castellanos. En cambio, son los castellanos los que tienen “el derecho” a usar la lengua española oficial del Estado. Los españoles no castellanos deben hablar el castellano y no su castellano, y deben entender el castellano cuando los castellanos se lo hablan.

El japonés nadie no lo habla. Nadie habla más que su japonés. Hablar su japonés es la única manera de hablar japonés. O, si quieren ustedes, hablar su japonés es hablar el japonés.

 

  1. El primer día del aprendizaje del japonés, ¿qué japonés hablamos?

Cada uno habla su japonés. Pero, si hablar su japonés es hablar el japonés, todos hablamos el japonés desde el primer minuto del aprendizaje. Ésta es la buena noticia que yo quería compartir hoy con ustedes aquí en el país de Antonio de Nebrija. Muchas gracias.

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