Hay que ver a las Socorristas // Romina Pezzelato

Socorristas en Red es una organización que remonta sus orígenes como red nacional al año 2012. Desde ese momento hasta la actualidad se han sumado diversas grupas hoy organizadas por regiones en gran parte de nuestro territorio. Se trata de 320 socorristas en todo el país, que acompañan en la interrupción del embarazo de manera segura mediante el uso de medicación.

Acompañar abortos de manera segura y cuidada se enmarca en la opción de un feminismo “acuerpado”, presente. En una acción sorora y profundamente política en la que, como dice Rita Segato, “ese espacio que llamamos doméstico es otro lugar donde se piensa y se atraviesa el destino colectivo”. Acaso reescrito en el aborto acompañado por quien cada una elige, y por la socorrista que es una y es todas en ese acompañar.

Las mujeres y personas con capacidad de gestar, se comunican telefónicamente. En esa llamada reciben escucha, presencia, respuesta, contención y una estrategia a seguir ( ingenierías mujeriles!). Se abre la posibilidad. Juntas. Se concreta un encuentro en el que se brinda toda la información necesaria y se continúa con el acompañamiento telefónico del procedimiento.

Se trata de hacer de cada aborto “una bomba al patriarcado”, como dijo Malena (Socorro Rosa Tucumán) en una de las rondas.

Libre y feminista

En un país con una legislación que data de 1921, y que contempla la interrupción legal del embarazo por diversos causales (violación o riesgo de salud físico o psicológico para la persona gestante) pueden más la moral y la condena social.

Mediante la “objeción de conciencia” en muchos ámbitos se niega a las mujeres la posibilidad de acceder siquiera a la información. Si bien en determinadas instituciones las redes están tejidas y hoy contamos con la “Red de Profesionales por el Derecho a Decidir” que acompañan procurando la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), en muchas situaciones de trata de alianzas que permean las imposibilidades institucionales y les dan un revés. El personal de la salud es el aliado necesario para avanzar en procedimientos que de otro modo terminarían en ámbitos clandestinos, con la especulación y el riesgo que implica para la salud mujeres.

Desde el nacimiento de la Red hasta la actualidad, ha cambiado la coyuntura política nacional y la lectura que las socorristas hacen de ella.

“Si en el 2014 nos pensamos como el “mientras tanto” como la estrategia para acompañar hasta que salga la ley, porque nos interesa intervenir en política, también asumimos que la legalidad no será la que pretendemos. Queremos que el aborto sea libre y feminista. Sabemos que las trabas y objeciones llevarán mucho tiempo más en ser saldadas, por lo que nos posicionamos en otro lugar. Somos un movimiento ineludible construyendo responsabilidad social en relación al aborto”, expresó Ruth Zurbriggen en una de las instancias plenarias del encuentro.

En relación a la legalización y despenalización del aborto en nuestro país Eugenia Ferrario, expresó a La Marea que “no se puede perder el fervor del año pasado. Y también se sabe que un año electoral en el Congreso plantea un escenario complejo. Sabemos que si se aprueba en la Cámara de Diputados, nos encontraremos con la misma composición en Senadores. La apuesta es sostener la disputa en la calle, que el proyecto siga vigente, y utilizar la campaña electoral para saber bien quién es quién. Hay mucha gente que se muestra menos abierta a plantear su postura este año”.

Feminismo latinoamericano

Las activistas de entre 19 y más de 50 años llegaron desde cada una de las regionales: Patagonia, NOA, Litoral, Centro – Cuyo y Buenos Aires. A encontrarse, abrazarse, “acuerparse” y seguir construyendo un mundo feminista. En esta ocasión con la presencia de compañeras que llegaron también desde otros países de nuestra América. Representantes de “Con las amigas y en la casa” de Chile; “Fondo María” de México; “Las Comadres” de Ecuador, y la Marcha mundial de las mujeres” y “Socorristas” de Brasil.

En el panel latinoamericano quedó planteado un escenario que resuena en cada coyuntura con la “marea verde” que llega desde Argentina, y se hizo manifiesta la profunda importancia del relacionamiento con las Socorristas en Red con quienes hay diversos niveles de articulación.

Socorrer en diferentes contextos, tramando las estrategias que sean necesarias.

En México, explica Sofía Garduño a La Marea, “donde el aborto sólo es legal en el DF (por cualquier causal hasta la semana doce, y por diversos causales en el resto del país), acompañar implica la gestión del transporte hasta el DF, el alojamiento y la comida, la presencia junto a la socorrida en el centro de salud, y su retorno”.

En Chile, los acompañamientos de “Con las amigas y en la casa” ascendieron a 4 mil el año pasado. El 90% de las situaciones que se acompañaron entran en los causales legales de interrupción del embarazo, pero en el sistema de salud prevalecen los y las objetores de conciencia, con la cual una de las acciones que la organización concretó es el Observatorio de la Ley de Aborto, para exigir atención en los hospitales

En Ecuador, el proceso ha sido más lento y a partir del 2015, año en que varias activistas participaron de la plenaria socorrista en Argentina. Madurando de ser la suma de individualidades a un espacio orgánico más fuerte, comenta Paula Castello en diálogo con La Marea.

En Brasil en tanto, la situación reviste la tensión que implica el actual gobierno nacional. La “derechización” del espacio público, la conformación del ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, como dato gráfico de un gobierno que trae consigo la muerte, como plantearon las compañeras brasileras. Hoy en Brasil el movimiento de mujeres es que más gente moviliza en las calles, ninguna otra organización genera ese nivel de movilización, que se manifestó con más fuerza a partir de las marchas #Elenao en contra de Bolsonaro. “Hoy las necesitamos con nosotras, acuerpando la lucha en Brasil”, plantearon Carla y Ale en el panel.

Este sea acaso uno de los principales objetivos de la lucha feminista latinoamericana, pensarnos juntas, cerca, tejer y fortalecer esa cercanía para ser sostén en la crueldad manifiesta que transita el país hermano.

A la clandestinidad no volvemos más

Afirman las socorristas enredadas, abrazadas. Y lejos está de ser una expresión de deseo.

En un recorrido por la historia de conformación de la red, se pudo observar con claridad. La incorporación de nuevas grupas y activistas que suman más del 60% de los ingresos durante el 2018 y lo que va del 2019, fruto de la gran movilización sostenida en la pelea por la legalización y despenalización del aborto. La “marea verde” resonando en compromisos asumidos, en más cuerpas para sostener frente a un gobierno que todo impregna de cinismo y abandono. No olvidemos el anteproyecto de ley que presentó el Poder Ejecutivo este año, proponiendo un notable atraso en relación a las pocas garantías con que contamos.

El socorrismo es un hecho, un camino de cinco años cuyos datos son contundentes:

En el año 2018 las Socorristas en Red acompañaron a 7280 mujeres y personas con capacidad de gestar.

De ese total, 301 acompañamientos fueron dentro del sistema de salud, es decir propiciando el acceso a la Interrupción Legal del Embarazo

Se acompañó a 90 niñas menores de 14 años y a 1069 adolescentes de entre 15 y 19 años.

Lejos de los medios masivos, lejos del escándalo y de las puertas cerradas que condenan desde la moral más inhumana, un total de 1159 niñas y adolescentes pudo avanzar en su derecho a ser niña y no madre.

Si observamos los datos desde el inicio, en estos cinco años han sido 19.361 los acompañamientos en diferentes ciudades.

Marcela Lagarde planteaba ya en 1999 que “las mujeres asistimos a una conexión paradigmática, de sentido, de filosofía, de propuesta, de práctica de vida, de acciones concretas muy semejantes. Por primera vez estamos construyendo una semejanza a voluntad. Tenemos la voluntad de construir hilos de semejanza política y filosófica entre nosotras”. Esta profunda búsqueda subyace a la práctica de los acompañamientos. El encuentro con las mujeres que llaman a la línea telefónica muchas veces es grupal. Allí la semejanza toma rostro, se narra, y se hace espejo.

“En el taller me di cuenta que no era la única. Y que todas teníamos edades distintas. Sentí alivio. Y ya no me dio tanta vergüenza estar ahí. Mirta, 39 años”. 
(Sistematización de acompañamientos 2017)

Sistematizar: construir conocimiento y herramientas políticas

Frente a la falta de datos concretos, frente a un vacío que esconde, invisibiliza los abortos que acontecen, las Socorristas en Red han desarrollado sus propias herramientas. Para recolectar datos, para sistematizarlos y para socializar los acompañamientos que realizan. Se trata de estadísticas únicas en nuestro país que no encuentran registro formal en el sistema de salud.

Según los datos publicados del año 2017, sobre un total de 5781 mujeres entrevistadas:

Las mujeres decidimos abortar más allá de nuestra situación socio-económica: el 42,5% no tenía trabajo y el 55,8% de las que trabajaban percibían ingresos inferiores al salario mínimo, vital y móvil.

Más allá de nuestras creencias religiosas: el 58,2% se manifestó creyente de alguna religión.

Más allá de tener hijos con anterioridad: el 57,2% ya eran madres.

Más allá de la edad: el 46,3% tenía entre menos de 14, y 24 años. El 42% tenía entre 25 y 34 años. El 11,7% tenía entre 35 y más de 40 años.

Cuando una mujer decide abortar, el aborto sucede. Con o sin el Estado. Con o sin el dedo acusatorio del entorno cercano. Con condiciones o sin ellas. Por eso es que las Socorristas repiten: “El Estado abandona a las mujeres que abortan, nosotras no”.

Estamos a(r)mando un mundo feminista se dijo entre lágrimas y risas en la ronda enorme y apretada para cerrar la Plenaria Plurinacional de Socorristas en Red: “Cuando acompañamos a la compañera que está acompañando, cuando nuestras niñas piden el pañuelo verde y saben lo que significa, cuando una mujer aborta campo adentro acompañada por otra está haciendo queso de cabra, cuando tejemos nuevas hospitalidades, cuando nuestras familias están pendientes de un acompañamiento, cuando una niña puede continuar siéndolo, cuando construimos una cultura del amor y del cuerpo a cuerpo, porque estamos haciendo un mundo donde somos libres”

Habláme de amor.

 

Romina Pezzelato para La Marea Noticias 

(Imagen: Eloísa Molina para La tinta)

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