para que pasemos de la revolución simbólica a lo que más se aproxime a una real
Alguna vez el famoso Primer Ministro inglés Sir Winston Churchill dijo la célebre frase «A quien habla mal de mí a mis espaldas mi culo lo contempla», obviamente preferimos el de la Presidenta, que dicho sea de paso no está nada mal, al del obeso político británico. Eso fue un poco lo que CFK insinuó ayer con su anuncio a la candidatura presidencial. Ríos de tinta en elucubraciones y especulaciones se gastaron sobre la supuesta dimisión de la Mandataria en los últimos meses. Para la prensa opositora un poco más y Cristina estaba por internarse en un neuropsiquiátrico. Que dirán ahora Van der Kooy, Blanck, el Doctor Castro y el resto de los empleados de Don Héctor. Con esta confirmación está de más decir que con los impresentables que están del otro lado, Cristina Fernández gana caminando (y lento). Quien puede votar al imitador de varieté Ricardito, a la tarotista y vidente Carrió, o al «Otro», es decir, Eduardo Duhalde, quien la semana pasada hizo un lanzamiento en el Sheraton que a la mayoría de los periodistas dio la sensación de estar asistiendo a un «festejo» entre las bóvedas de la Chacarita. En la necrópolis participaban del lanzamiento del ex presidente de la «revolución productiva» cadáveres tales como Luis Barrionuevo, Aldo Rico, Juan Bautista «Tata» Yofre, Carlos «Rucucu» Ruckauf, «Pocho» Romero Feris, Graciela Camaño, Carlos Stornelli, Momo Venegas, el Tula, etc, etc. Sólo faltaba Narciso Ibañez Menta con su clásico «El hombre que volvió de la muerte». Esta caterva de profilácticos sólo son festejados por los periodistas que trabajan para las empresas que defienden, ellos les dan entidad en los pocos medios que todavía tienen prominencia en el público capitalino. De todos modos hay que decir que el kirchnerismo hasta ahora fue un reformismo «efectivo», con un eficiente dispositivo cultural que no logró, ni intentó, cambiar la matriz de explotación del sistema injusto que gobierna la argentina del ’76 para acá. La brecha entre ricos y pobres fue en aumento y lo único que se pudo hacer hasta ahora es subsidiar todo lo que esté al alcance de la mano para sostener el modelo. Eso si, se le dan millonadas a corporaciones como la General Motors para que haga un autito nuevo y unos pocos mangos para llegar a fin de mes al ciudadano en situación de miseria, que lamentablemente sigue siendo el que conforma la mayoría de la población. Un celular y una netbook no hacen al monje. Se reconoce la política de DD.HH. pero a pesar del discurso contestatario todavía tenemos muchos chicos muriéndo de hambre, vayamos por los derechos de todos. Algo que los pibes de La Cámpora con sus secretarias, suculentos sueldos y amantes han omitido por completo. ¿Hasta cuando van a sostener a la triada Moyano, al multimillonario «defensor» de los obreros Gerardo Martínez, al prófugo de la justicia Anibal Fernández, al motoquero y guitarrero Boudou, al bronceado Echegaray, al amigo de Pedraza, Carlitos Tomada, al espía castrense Juanjo Alvarez y al polifacético Julio De Vido, entre otros?. Así muchachos no vamos muy lejos, así seguimos en la declamación y la mera sanata de barricada.
Un periodista de a pie