Es otro el truco. // Luciano Debanne

La cosa es que capaz no vas a ver un tanque en la calle. Al menos no en tu calle. Al menos no todos los días. No.

Es otro el truco.

Todos tenemos un tanquecito adentro, con un miliquito. Nos lo metieron hace mucho. Se lo metieron a nuestros antepasados y ya quedó ahí. Adentro nuestro.

Está ahí en la panza. Es eso que te aprieta cuando pasas por un control policial, o una frontera, o cuando entras a una comisaría. Es el miliquito que se cuadra y a vos te da esa cosa en la panza.

Cada tanto el cuerpo lo busca expulsar al tanquecito y al miliquito. Y entonces como que lo va descartando, lo va llevando de a poquito para afuera, para el lado del upite, junto con el resto de lo que no sirve.

Bueno con esto que acaba de anunciar el presidente lo que va a pasar es que cuando menos te lo esperes te va a aparecer un tanque posta en la cara y un milico de verdad apuntandote en la cabeza.

No todos los días, no. Una o dos veces, no más. O capa ni siquiera lo ves, solo te dicen que está ahí, apuntándote.

Y entonces a vos se te va a fruncir el upite, mucho, mucho, mucho.

Y así consiguen que el miliquito que le metieron a tus antepasados y que ellos te metieron a vos, quede ahí adentro.

Ese es el truco. Que vivas fruncido y aguantes.

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