Abandonado por sus padres en un intercambio rotaryano, Denzel Washington Ferreira fue cobijado por el calor de la revolución cubana en los tempranos 70´s y allí forjado, como un trozo de acero soviético, para ser un súper agente en pos de “salvaguardar el honor latinoamericano ante los imperialismos que lo acechan”. Sus decenas de increíbles epopeyas han, efectivamente, mantenido a flote a la dignidad del continente, aunque como sucede con las grandes verdades, sus gestas heroicas siempre permanecieron en el oscuro e injusto anonimato. Fue hace pocos años atrás que Milton Andrada, jardinero de Julian Assange (creador de Wikileaks), encontró enterrada en plena tarea de parquización una enigmática caja de metal con la descripción detallada de las misiones de este prócer latinoamericano ignorado. Por un puñado de dólares, el inescrupuloso autor de esta novela, compró aquellas carpetas aprovechándose de la ingenuidad del joven jardinero.