«No me preocupa el rating, si hace diez años que hago 4 puntos». (…) «A nosotros nos ofrecieron estar en un canal de mayor audiencia, pero no sería lo mismo. No me imagino estar discutiendo qué cambios debo hacerle el programa para que levante el rating, de ahí a la involución humana estamos a un paso».
Sin cierta indiferencia por el interlocutor no hay creatividad, descubrimiento de lo nuevo, que provocará nuevos deseos e intereses comunes. Dijimos que el minuto a minuto articula el tiempo televisivo: el grito de “¡¡¡¡Paraaa Mose, paraaaaaa!!!!”, capaz sea un freno a esa lógica de seguidismo del otro, un gesto bárbaro de a mi ahora me interesa esto, por lo que es y nada más. Si el tirabomba busca conectar por conectar, cierto desdén por el que dirán capaz que haga germinar nuevos enunciados, miradas y ademanes que huyan de aquello conocido como palabras huecas que martillan sin lastimar.