Entrevista a Sergio Palazzo
Diego Genoud
Sergio Palazzo se mueve en un rubro que aparece siempre en la lista de ganadores de cada ciclo económico. El secretario general de La Bancaria participó de la reunión de las distintas corrientes del sindicalismo en la CGT Azopardo con uno de los discursos más duros contra el gobierno de Mauricio Macri. Palazzo afirma que el presidente ya demostró que va a ejercer el poder y sostiene que los trabajadores van a reclamar un sindicalismo unificado que se plante frente al nuevo gobierno y piense además una política para los próximos 10 años. “El poder real en la Argentina va a jugar para dos mandatos de Macri”, dice este sindicalista de origen radical que en 10 días debería sentarse a negociar la primera paritaria de la era Macri con el banquero más poderoso de la Argentina, Jorge Brito.
¿Ya tienen pensado un porcentaje para plantear en la paritaria que vence el 31 de diciembre?
Vamos a cerrar una suma puente hasta marzo y después ver porque si vos te tenés que sentar a discutir una paritaria hoy, no tenés número de referencia. Porque junto con la devaluación tenés una suba de las tasas de interés. Seguramente esto se va a trasladar a precios, la quita parcial o total de subsidios…pero por otro lado vos sabés que tasa alta y dólar alto te reduce el mercado, te reduce la actividad económica y te reduce el empleo. Entonces lo que es inflación alta puede ser inflación baja a costa de recesión y a costa de empleo.
¿Imagina una situación similar a la de enero de 2014, con una devaluación que se trasladó a precios que ya aumentaron?
Si hablamos en contexto histórico, esto tiene muchas cosas muy parecidas a la asunción de Menem después de Alfonsín. Un dólar recontra alto, suba de tarifas y la discusión de salarios por productividad, que es el proyecto también ahora. En lo político, el escenario es distinto. La tremenda devaluación de 2002 fue exitosa según la ortodoxia económica porque además de la capacidad ociosa tenías una tasa de desempleo muy alta con gremios que discutían despidos y no discutían salarios, venías de la flexibilización laboral. Hoy los sindicatos están en otra situación y no están dadas las condiciones para que avance la ortodoxia.
¿En qué se tiene que diferenciar Macri si no quiere ser Menem?
En no caer en el manual de la ortodoxia de Menem sin importarle consecuencias. Hoy se habla de unificación del tipo de cambio y hay que decir que es devaluación, hoy se habla de sinceramiento de tarifas y hay que decir que es tarifazo. Déjense de joder, déjense de joder. No voy a caer en el falso debate de si la inflación es de Cristina o es de Macri: la inflación la produce el que forma precios y la paga el que cobra un salario o llega como puede a fin de mes.
Los operadores del mercado opinan que la salida del cepo con devaluación del 40 % salió bien.
Poner el tipo de cambio en 14 o 15 pesos no es garantía de que se vaya a reactivar la economía porque hay una crisis en el mercado mundial. Hay que ver que Brasil a pesar de sus devaluaciones no tuvo incremento de su capacidad productiva en el último tiempo. Es más que nada satisfacer la necesidad de los grandes cerealeros que han liquidado menos exportaciones desde octubre, el 39 por ciento menos que el año anterior.
¿Qué responde al llamado del gobierno para lograr un pacto social?
Tuvimos siempre una posición a favor del diálogo social. Pero no queremos un pacto para acordar solamente precios y salarios. Nosotros queremos discutir todo lo que tiene que ver con la vida del trabajador en sociedad, la justicia, la seguridad, con derechos laborales, con el crecimiento, con la reforma tributaria que el kirchnerismo no hizo.
Si tuviera que decir quién es Alfonso Prat Gay, ¿qué diría?
Es un economista que expresa el pensamiento económico conservador, tradicional de la ortodoxia económica y en ese sentido están yendo sus primeras medidas. Ojalá nos equivoquemos. Macri tenía distintas opciones y lo eligió a él antes que a un ministro de perfil más desarrollista como podría ser Frigerio.
También tenía a Sturzenegger y a Melconián.
Bueno, claro, pero además del saber económico tenés que tener cierto tacto político que ellos no tenían.
Sobre Prat Gay hay distintas opiniones porque tuvo un recorrido político que desorienta.
Repartía volantes con Donda en Mar del Plata y ahora es el ministro de la devaluación. Y bueno, sorpresas te da la vida. Prat Gay es hoy lo que siempre fue, quizás lo otro tuvo que ver con su intención de tener un escenario político en dónde desarrollarse. Su pensamiento está a la vista: sus medidas económicas apuntan al manual de la ortodoxia económica.
¿Van a salir a enfrentar el plan económico de Macri?
Yo no veo una propuesta consistente, no veo un plan de gobierno de Macri, veo medidas para satisfacer promesas electorales pero el riesgo es desfinanciar al Estado. Si vos levantás el cepo, querés cumplir con las retenciones cero para el campo, con que los trabajadores no paguen Ganancias, tenes dos opciones: o ajustás ahora o te financiás externamente que significa un doble condicionamiento, cuando te prestan y cuando no pagás. Por eso, es cada vez más necesaria la reforma tributaria.
El poder real
¿Cuál va a ser la alianza económica que va a sostener a Macri?
La alianza que va a sostener a Macri tiene que ver con el sistema financiero internacional primero. Segundo, no sé si la gente del agro va a aliarse con Macri. El campo ya obtuvo lo que quiso. Sin retenciones ¿qué necesidad política van a tener el año que viene las cerealeras de acordar con Macri?.
Sin embargo, el kirchnerismo con algunas corporaciones confrontó y con otras se alió.
Sí, es cierto. Pero el poder real en la Argentina va a jugar para dos mandatos de Macri. Quieren un gobierno de ocho años que no afecte los negocios de las corporaciones. Supongo que la derecha querrá sacar de la cancha a los partidos populares, el radicalismo subsumido en el PRO y el peronismo por primera vez afuera de los seis principales presupuestos de la Nación.
Habló del radicalismo, ¿fue el único radical que apoyó a Scioli?
No, estuvo Leopoldo Moreau también (risas). Yo no tengo cargo en el partido ni militancia partidaria pero tengo mi afiliación y mi historia en el radicalismo. Me remito a las palabras de Alfonsín cuando dijo que hay sectores de la derecha con los que no hay que aliarse. Le preguntaron quién es la derecha y respondió: Macri. Es la primera vez que la derecha gana una elección a cara descubierta en Argentina. Voy a devaluar, voy a meter un tarifazo, te hablaron de productividad en los salarios. Entre eso y seguir discutiendo Ganancias con el gobierno que se fue, claramente tomé una decisión.
Sin embargo, la Bancaria paró contra el Impuesto a las Ganancias y usted dijo que todas las modificaciones que hizo el kirchnerismo eran un parche.
Sí, todas las medidas que tomaron fueron siempre un desastre. Porque tenían una concepción equivocada: sostenían que el trabajador tenía que ser solidario con un aporte que surgía de su sueldo. El trabajador es el que más aporta a la seguridad social, el PROCREAR se hizo con plata de los trabajadores a través de la Anses, los sindicatos resuelven la atención médica de los jubilados a través de las obras sociales…Se distorsionó de tal forma los escalafones que hoy hay trabajadores que cobran menos que otros trabajadores a los que les tienen que dar órdenes.
Tampoco comparte la exención del aguinaldo que ordenó Macri.
Vamos a ver qué hace Macri con Ganancias, pero por ahora lo que hizo está mal. No sólo es insuficiente, nos hizo retroceder. El año pasado vos no pagaste Ganancias hasta 35 mil pesos y si lo actualizabas por la paritaria promedio te ibas a 44 mil que no pagabas. Ahora, no sólo te bajó 5 mil pesos sino que con el aumento salarial, hay trabajadores que antes no pagaban y ahora van a pagar con el aguinaldo. Es una mala señal y un retroceso. Hay que modificar las escalas, todo lo demás no sirve.
¿Cómo está el sindicalismo para discutir con el gobierno de Macri?
Sería una insensatez seguir divididos en tantas fracciones. Macri está dando claras señales de que va a ejercer el poder en serio, lo empezó a demostrar con el error de los dos jueces de la Corte por decreto. Eso marca que va a ejercer el poder y goza de la simpatía de mucha gente. Sería irracional, absurdo y egoísta seguir divididos porque a un poder unificado y legitimado hay que contraponerle un poder unificado y en lo posible legitimado por los trabajadores. Si no, también por decreto te puedo fijar cuánto es el aumento salarial.
Usted acompañó a Moyano a nivel sindical. ¿Hay un liderazgo para reemplazarlo?
Es un tiempo de gestar liderazgos. Hay compañeros que tienen una experiencia invalorable con muchos años a cargo de su organización, pero hay que pensar un sindicalismo para los próximos 10 años. Y creo que hay compañeros que están creciendo, que tienen una mentalidad de apertura, de incorporar pensamiento, capacitación y que tienen legitimación en su sindicato. Juan Carlos Schmid, Héctor Daer, el compañero de Luz y Fuerza, los de SADOP, los de Farmacia, los de Telefónicos. Nadie nació siendo secretario general ni de su sindicato ni de la CGT, la prueba más contundente fue Ubaldini, que venía de un sindicato muy chico y fue uno de los grandes protagonistas del mundo sindical de los últimos 50 años. Lo que si creo es que los liderazgos deben ser más colectivos.
Dice que Macri que va a ejercer el poder pero…
Me corrijo: si uno mira el gabinete, se da cuenta de que el gobierno de Macri es el poder. Es la primera vez que gobiernan los hombres de las empresas que conducen el poder real, este es el poder en serio. Menem era un peronista disfrazado de popular que llevó a Bunge y Born y al sistema financiero y los mezcló con los peronistas de su gobierno. Acá no, acá te pusieron el establishment a gobernar. Los comunicadores que hoy dicen que generosamente los ejecutivos de empresas van al Estado, ¿qué hubieran dicho si un presidente hubiera llenado su gabinete de dirigentes sindicales? La patria sindical tomó el gobierno. Pero hoy no, hoy son buena gente que viene ayudarnos a conducir el país. Este gabinete no tiene hombres políticos y a mí me preocupa porque primero está la política y después la economía.
Sin embargo, Macri ya dio marcha atrás dos veces en una semana. ¿Es un gobierno débil o con fortaleza?
Primero discrepo con la fortaleza de los votos. Macri sacó el 33 por ciento de los votos en la primera vuelta, después había dos opciones. De entrada la mayoría no lo votó. Macri es fuerte porque el poder real va a jugar un partido fundamental para sostenerlo. Es el poder económico de las cerealeras que van a aportar lo que antes no aportaron, es el poder mediático que ven hasta simpático que designe dos jueces por decreto. Ese poder real va a suplir el poder de los votos. El problema es cuánto está dispuesta la gente a tolerar. Puede haber un período de gracia, pero no hay cheque en blanco para nadie. Yo no estoy dispuesto a discutir salarios por productividad, yo quiero discutir participación en las ganancias.
Dice que Macri es el establishment, que es la primera vez que la derecha llega a cara descubierta y que viene un ajuste ortodoxo. Eso en Argentina suele terminar mal.
Bueno, claro que termina mal. Sus funcionarios plantean que no van a ajustar porque va a crecer la economía. Hasta el día de hoy no conozco ninguna experiencia similar que no termine en ajuste.