por Raimundo Viejo Viñas
De un tirón, (#dirtypoliticaltheory) aquí quedan diez tesis esquemáticas sobre la agencia y sus subsunciones pasadas, presentes… y esperemos que futuras:
1) Tres modalidades de agencia existen y rivalizan por configurar la política actual: notable, partido y movimiento. Empíricamente hablando: Podemos o Procés Constituent son política de notables; las CUP, Partido X o el Partido Pirata son política de partido; la PAH, el Multi-referendum o el Movimiento por la Democracia son política de movimiento.
2) Las tres modalidades de agencia (notable, partido, movimiento) no son compartimentos estancos ni vasos comunicantes, sino que se manifiestan empíricamente de manera imbricada, compleja, paradójica… Sus interacciones prefiguran los terrenos estratégicos del antagonismo.
3) Las tres modalidades existen, como poco, desde los inicios de la modernidad, si bien se han institucionalizado a distinto ritmo y de manera diferente en los distintos regímenes políticos, siendo la primera la política de notable, la segunda la de partido y la tercera un asunto pendiente.
4) La primera subsunción ha sido la de la política de notable en la política de partido. A día de hoy los notables poco pueden hacer solos en los márgenes del régimen sin una plataforma de partido (ejemplos recientes de esto serían, pongamos por caso, los de Laporta, Carretero y otros notables del independentismo catalán, contrapunto al notable de partido, Oriol Junqueras).
5) La subsunción de las políticas de notable y de partido en la política de movimiento sigue pendiente de ser institucionalizada, a pesar de que ya son inequívocos, desde los años sesenta en adelante, los síntomas de su progreso. Dado que no nos encontramos ante el despliegue de un telos cualquiera, esto esta subsunción no tiene porqué llegar a ser efectiva.
6) La institucionalización de la política de movimiento no se puede operar en los márgenes de la democracia representativa igual que la política de partido no podía ser institucionalizada en los márgenes del sufragio censitario. El horizonte de la política de movimiento es el de la democracia absoluta, el del poder constittuyente.
7) Cualquier estrategia que se quiera al servicio de la emancipación ha de tener en consideración que sin resolver la institucionalización de la agencia, de suerte tal que se favorezca la democratización efectiva de la sociedad, no habrá avances, sino un estímulo directo a la reacción (como decía el texto de Virno: «do you remember counter-revolution?»)
8) De lo anterior se sigue que notables y partidos han de favorecer toda producción de estructuras de oportunidad política, gestos y momentos de disrupción que hagan posible el progreso de la movilización social.
9) No existen, por lo tanto, atajos electorales ni conquistas del poder posibles en la lucha por la emancipación; apenas un lento y paciente camino que sea capaz de comprender la complejidad y lentitud con que se operan los procesos de institucionalización.
10) Todo cambio es posible dada la maduración de la constitución material. Sin embargo, esta no es garantía alguna de que el cambio se opere. Es preciso no solo que se generen las instituciones otras (políticas de notable y partido distintas a los que conocemos), sino que, además, estas instituciones sean partícipes de una institucionalidad otra, democratizadora, desbordante, constituyente.