Los pibes no nacen chorros, pero tampoco responsables, progresistas, ortibas, menos alcahuetes. Las nenas siempre pillas -ni pollo, ni princesas- saben casi todo. Saben que les tocó en suerte, como es el papá, de qué trabaja la mamá. Saben y por más segunderas que sean, miran con fastidio cuando las quieren grabar haciendo esa pavada militante que le enseñaron.
Hay nenes que son doblegados por la manija de la visibilización política y la obviedad adulta, dicen Macri basura, ponen los dedos en V para la foto y adquieren el tono protocolar de los que explican cómo cuidarse. Hay guachinas a las que le truncan su destino de fábula desquiciada, de hacer por hacer, de reírse de la palabra culo y obtienen el modo adecuado, la corrección de moda y marchan con la tía.
Ninguna nena pilla dibuja nada a ningún presidente, ni a un gobernador, ni a una secretaria de salud, ni a Larreta. Se niega, deserta, se planta, prefiere no hacerlo, rompe el papel. Resiste ser instrumento de la alcahuetería familiar. Ningún guachin que se precie de tal quiere pasar por la vergüenza eterna de que sus garabatos -íntimos, personales, absurdos- queden eternizados como una mancha perpetua con un retweet de Alberto, por más piola que le parezca este.
Que buena foto!
Aguante Alberto,para pieles tenemos a les del pre.
A mi hijite lo fajé una semana para que lo dibuje a ÉL (Alberto F.) en una canson Nro. 5 de 120 gramos haciendo rizoma con la Gibson SG Standard Electric del flaco en Almendra tocando Mañanas campestres, con Santasolalla sentado en la cabeza de un Oscar mirándolo materno-paternalmente . Al gorile hijueyute de mi hijite no le salió, para mi está muerte, estos no son tiempos para tibies. #QuedateEnCasaBASURAantiVidaIdemTrump