Cooke

por Diego Sztuwark
John W. Cooke fue un muy destacado militante y escritor político. Seguramente el más sagaz de nuestra historia moderna. Nunca lo suficientemente difundidos, sus «Apuntes sobre el Che», constituyen un notable balance político. Haríamos bien en releerlos hoy. Fueron publicados a fines de los años 90 por la revista La Escena Contemporánea. Cooke dejó por escrito su ferviente rechazo a toda presencia sacerdotal en su lecho de muerte. Sabia de lo que hablaba. Ayer sus cenizas fueron esparcidas en el Parque de la Memoria. El mensaje sigue siendo el mismo: la revolución será «homenajeada». Junto al vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, varios funcionarios y militantes oficialistas en campaña dicen haber cumplido en este acto con la póstuma voluntad de Cooke. Lo verdaderamente póstumo en Cooke sigue siendo cierto ademan en sus textos. Cooke fue ante todo un Maestro de Militantes, como ya casi no hay. Extraño para una época que se llena la boca con la palabra «militante». Fueron cientos y cientos los militantes obreros que aprendieron Marx y Lenin en el seno de su esmerada organización. Su lección -disponible en su obra, de una escritura fina, extraordinaria- fue siempre la misma y fundamental evaluación según la cual el movimiento nacional peronista, policlasista, debía ser desbordado y superado hacia el socialismo a partir de la comunicación entre los revolucionarios organizados y las masas obreras –mayoritariemente peronistas- en proceso de radicalización. La experiencia como orientación, praxis como motor y síntesis. En esa lección Cooke no dudó en señalar, -entre los obstáculos a derrotar- a la burocracia sindical y partidaria (y los últimos años, cuentan sus amigos, se le animaba a Perón). La muerte lo alcanzó meses después de la caída del Che. Sus destinos quedaron mas enlazados de lo que se dice. Colocar juntos ambos legados constituye un gesto fundamental para comprender ese último proyecto revolucionario que tanto en la región como en el país quedó violentamente interrumpido. ¿Es el homenaje y su imagen de cenizas el mejor modo de vincularnos con ese legado? ¿Cuaja Cooke con el significante «Memoria»?. Cooke escribió una vez, contra el Partido Comunista Argentino: prefiero mil veces errar con el Che que acertar con Codovilla. Es sobre todo, es mucho más divertido (cito de memoria). Cierto que la izquierda comunista criticada y la nueva izquierda guevarista del que formaba a su manera parte han quedado atrás. Pero las relaciones sobreviven a sus términos: ¿no es acaso esa ironía vitalista y revolucionaria lo que más escasea entre nosotros, seres anonadados al momento en que entramos, aparentemente desarmados, en un fatídico 2015, trampa pacientemente aceitada por las burocracias sindicales y políticas al servicio de los poderes de siempre?

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