En pocos días sale de imprenta “Él está vivo y nosotras estamos muertos”, tercer libro de Cordero, tercer libro de Valeriano. Tal como figura en la contratapa, Valeriano nació desde la escritura y desde ahí se hizo mundo. Escribir, para él, es “mentir frente a la mentira”. Nos gusta esa frase y, sobre todo, el modo en que se encarna en sus novelas.
¿Qué significa para nosotros esta necesidad de mentir frente a la mentira? Algo molesta y ese malestar nos arma un terreno común con Valeriano. Vivimos pendientes de la opinión, de la propia y de la ajena, ansiosos por cosas que no nos interesan ni nos cambian, pero de las que necesitamos hablar. El régimen de la opinión, su imperativo cada vez más fuerte, se nos impone por todos los medios. Es una de las tantas formas de delegar la afectividad. Cuando esto pasa solo existen dos imágenes: la esperanza y la frustración. Solo queda la pasividad del espectador, la impotencia del vacío, la queja, la adhesión al delirio, la crueldad. ¿Somos capaces de elaborar ficciones que nos permitan pensar y armar mundos por fuera de todo esto? Ahí aparece Valeriano.
Contra el régimen de la opinión, Valeriano encuentra una imagen: fabular. No sabemos bien qué somos, pero lo rechazamos. Fabular es una forma de escapar de las formas abstractas y mortíferas de nuestra vida actual. Es salir de ahí para no convertirse en un espectro, en alguien que delega el estado de ánimo y las ganas a las formas en que el mundo nos ofrece. Aunque no sirva, aunque no sepamos a dónde nos lleva, siempre se puede fabular. Mejor eso que estar pendientes de la última noticia. Si se deserta, es porque el cuerpo no puede hacer otra cosa. Porque no da más, no aguanta. Necesitamos salir de ahí.
¿No ficción, nueva narrativa, realismo? “Él está vivo y nosotras estamos muertos” nos mete en la lucha de una madre no ya por justicia sino por otra cosa. Un recorrido que habla de lo justo, de la policía, de los transas, de cómo una madre enfrenta todo eso, de la sinrazón y la locura. Habla de lo que sabemos, pero lo dice de otra manera. Lo verdadero, lo imposible, lo que va a seguir pasando. Ni opinión, ni ensayo, ni ficción, Valeriano nos sumerge en una fábula, abre un mundo lleno de vida que funciona como un espejo de nuestra propia muerte.
* Gonzalo Pérez Turdera dirige las publicaciones de Cordero Editor.