En los últimos meses, se vienen publicando aquí y en otros sitios cuestiones relacionadas con el presunto cortocircuito entre la voz autoral, los cuerpos y la escritura. El autor de esta nota hizo lo mismo unas semanas atrás, formando así parte de un conglomerado de autorxs interesados en dicha cuestión “comunicacional” (el uso del entrecomillado es intencional, ya que la mencionada temática trasciende con creces la esfera puramente de la Comunicación).
Haciendo un barrido rápido por esos textos, se puede afirmar que, como mínimo, existe un problema: aquello que queremos decir -expresar, comunicar- no se corresponde, enteramente, con lo que efectivamente transmitimos. Parecería ser que las herramientas de la escritura -y la voz- ya no cumplen la función de antaño. Lingüística y post-estructuralismos aparte, esta suerte de “grieta”, como supo denominarla una autora, afecta todo aquello que hacemos en este sitio web, eminentemente comunicador.
Hace unos días, un comentario de un lector denominaba “poesía de anarquistas” a un texto de Lobo. Menciono este hecho porque tiene relación con lo arriba mencionado; como se sabe, la lírica -o formas más vinculadas al carácter estético de la escritura que no a la informativa/narrativa- es un mecanismo legítimo de muchos que, viéndose algo limitados por el periodismo o la historiografía, la filosofía política o las humanidades, recurren a “otras voces” y estilos para acercarnos -y, de paso, provocarlo con el mismo gesto de la escritura- eso mismo que les agita y conmueve. Sin embargo, el comentario/crítica no reparaba en este hecho, sino que, más bien, lo denunciaba como algo negativo. ¿Cómo trascender este dilema?
La pregunta no es baladí; somos muchos los que presentimos (porque es allí donde reside -más allá del vocabulario más o menos académico que puede provocar, a simple vista, cierto distanciamiento con el lector- el síntoma de un momento, el nuestro) una especie de impasse, bloqueo, entre una suerte de agite interno y unas -innegables- ganas de comunicarlo. Sea por la razón que fuere (centennials, redes sociales, tiempos líquidos, etc.), no deja de ser una paradoja de difícil resolución, que en el fondo puede resumirse como una sociedad que no se siente representada por su propia voz (fonética, escritural, corporal).
Como bien remarcan algunos, podríamos regodearnos en si esto es un producto más del sistema tardo-capitalista, sus posibles causas y efectos, etc. A su vez, no sobrarían textos y artículos científicos que intentasen describir sus vinculaciones con la semiótica de los algoritmos, la inteligencia artificial, las redes sociales. Todo esto sería sin dudas interesante, pero terminaría siempre del mismo modo: una realidad que se nos escapa -la nuestra-, y aún así, sentimos el deseo y la necesidad de relatar.
El juego de la no presencia/no representación de la deconstrucción, a pesar de haber sabido alumbrar en su momento algunos puntos de fuga, no acaba de cuajar en la articulación ni de proyectos colectivos (presuntamente estructuralistas) ni en la -indudable- necesidad de muchos de desbordar el cinismo en el que terminó cayendo lo estrictamente discursivo. Un efecto de esto, aunque por derecha, es la multiplicación de meta-relatos y fanatismos en cada vez más grupos sociales, conocidos bajo la etiqueta generalista de “libertarios”.
Algunos autores proponen no enfocarse en las imposibilidades ya consabidas, sino “ir deviniendo”, es decir, acoplarse a los posibles “acontecimientos” que puedan surgir aquí o allá. Esta intención, que el autor comparte y defiende parcialmente, no deja de esconder, sin embargo, cierta contradicción, ya que “desconectar y reconectar” zigzagueando entre la escritura y la praxis no nos permite desarrollar una teoría social medianamente salvable, a no ser, claro, que nuestras intenciones sean dejar de interpretar bajo un corpus bibliográfico humanístico y pasemos a desarrollar una especie de “estética interpretativa”. Esto último no sería tan problemático si no fuese por la cantidad de personas fuera de nuestro pequeño círculo que sí demandan, a pesar nuestro, información, formalizaciones, explicaciones, tutoriales, argumentos… respuestas.
“Comunicar mal” era la propuesta y título de este artículo, y su predecesor. A la luz de lo poco y nada que se puede afirmar, el autor sólo tuvo la intención de, junto a otros, nombrar (porque no podemos escaparle a este acto) una situación que, volvemos a repetir, nace de un sentir. Ese sentir dice (más bien, canta) que hay un dolor, una incógnita y un deseo: se quiere algo que no tiene forma, que ya no puede tenerla, pero que aún así necesitamos localizar.
La estructura aún es habitable para nosotros. Esto quiere decir que, a pesar de reconocernos en un tiempo relativista, postmoderno, lo heurístico sigue habitando en los intersticios de lo que escribimos (puede que la música, y otras artes, no persigan esta totalidad). Incluso en aquellos que hacen de la incertidumbre una escuela: allí también habita la misma intención acaparadora.
Los caminos que se exploran fuera del mainstream periodístico -e incluso dentro del mismo en algunos casos- intentan, mediante el ensayo somático y otras formas más creativas de escritura, huir de la hegemonía de los datos y la descripción puramente contrastable. Este clivaje no es nuevo; sin embargo, sí lo es lo que conlleva: por primera vez, ninguno de los dos convencen.
Así como en su momento las explicaciones “estructuralistas” dieron forma y sentido, lo mismo sucedió con el derrumbe de las mismas en la década de los 70. Hoy, en medio del huracán pos-material, algorítmico, diverso, global, ambas escuelas de pensamiento acaban siempre sus textos con un capítulo de “Conclusiones” que nadie toma demasiado en serio (incluyendo aquellos que, sin ser normativos, dedican un libro entero a decir que ya no hay teoría totalitaria posible).
Puede que haya llegado el momento de reconocer que nuestra escritura ha llegado a su límite. Que la descripción (narración numerada), la diagnosis (capítulos, introducciones, epílogos), la expresión (lírica, belleza, musicalidad), el ensayo (clínica, metafísica, porcentajes), ya son todas sólo meta-literatura, autorreferencialidad, lejos de la escritura de las palabras de las cosas.
Mencionar -y hacer de ello una escritura- que otras formas de expresión pueden producir aquello que buscamos no debería ser nuestra tarea. Somos teóricos. Corresponde seguir intentándolo, porque hay necesidad y porque urge un movimiento cantado.
Por supuesto que su escritura llegó a su limite. Se lo vengo intentando decir a Diego hace meses.
No ven que estan siendo dirigidos hacia un pozo? De verdad, pero de verdad, no ven que su forma de escritura está de onda?
«La pregunta no es BALADÍ; …
….
no deja de ser una paradoja de difícil resolución, que en el fondo puede resumirse como una SOCIEDAD que NO se siente REPRESENTADA por su propia voz»
Es de facil solución. La paradoja es:
En el mismo parrafo que dice que la sociedad no se siente representada, dice baladí.
QUIEN CUERNO CONOCE ESA PALABRA????
Están escapando y quedando cada vez más chiquitos e impotentes. Cada vez menos vivos. Por que la palabra medida es del demonio, a ustedes les queda la opcion de la libertad en cantar, tartamudear, decir mal. Y estan todos iguales desde hace años y no pueden salir al no ver que viajan en la dirección que les indican.
Si ya saben que lo social está tomado por algo. Solo sabe leer en un idioma. La libertad no esta en el aislamiento de las mentes pensantes.
«Sea por la razón que fuere (centennials, redes sociales, tiempos líquidos, etc.),»
¿Ningúna de las razones tiene que ver con vos, verdad? BALADI no tiene nada que ver.
Es fundamental que lo vean. TODOS los seres de la palabra escrita, pensantes y de corazón. Porque terminamos TODOS mal sino.
Se puede hacer algo. Concreto. Realizable. Primero; perderle el miedo tocar las herramientas del demonio. Hay que tomar cosas de aquel lado ya que lo vital se lo quedaron de aquel lado, la realidad se afecta y se vive, hasta que no lo veas, con las herramientas que solo hay de aquel lado.
Y hay que tomarlas. Estructura, organos, planes, objetivos, marketing, orden, ordenes (es así viejo, que le vas a hacer) (y sí, hasta que vos no lo veas te sonará a que es así porque yo lo digo. Me chupa la pija a mí, me da igual. Porque es así y listo. Abrir los ojos. despertar. Te lo digo yo. Bancantela nenito del jardin) wake up.
Y se puede hacer. Y lo podés hacer sin que por ello realices vos tus propias pesadillas. Te lo digo yo pero no porque lo digo yo, sino porque hace 4 años que trabajo en esto. Y está claro como el agua. No vas a poder imaginar como es. No todavía.
Hay que
con
sp
i
r ar
Y esto que le viene pasando a ustedes le viene a pasando no solo a todos ustedes, a todos. Pero hay un plan que posibilita todos los que despues quieras hacer o deshacer vos.
Esta listo. Bah, falta todo un monton de trabajo que es con ustedes. Pero, 4 años desarrollando la solucion a lo que te pasa. Que es lo mismo que a todos. Si hasta los astrologos estaban en la misma espiral! Y para que visualices algo; incluye astrologos Youtubers y también gente de marketing y publicidad (odían las grandes empresas en las que trabajan)
Cualquier cosa que hoy se deje a su suerte y movimiento inmanente va a ir hacia donde el que lleva las riendas lo lleve.
Y dicen «no se necesitan Heroes». Wake up. Por favor.
Muchas gracias por tu comentario, Juan Manuel. Tendré en cuenta todo lo que comentás para el próximo artículo.
Un abrazo.
Luchino.
Recien me encuentro con tu respuesta. Te la agradezco muchisimo. Te cuento que me ha hecho respirar. Y mira, no puedo seguir diciendo nada más sino te digo algo del cambio en mi cuerpo que resulta que estoy hace rato tratando de encontrar algo que lo describa mejor pero no puedo encontrar otra cosa: siento que estoy hecho de marshmelows. Siento yo la necesidad de transmitirte esto, y lo hago porque ademas me dio una idea, o una pregunta que hacerte. Transmitirte que con tu respuesta yo siento como una cosa de arropamiento, de cuna, una cosa que hace por lo menos meses que no sentía. En los ultimos meses se precipitó lo que venía gestandose un poco más comodamente, con gran satisfacción de todos modos, pero no sin que haya momentos en que la pase mal escribiendo, y que sea nuevo para mí esto. Que es que lo que hago de mi tiempo hasta que alguien de carne y hueso me saca un rato, es no parar de escribir. O sea que tienen mas presencia para mi unos distintos otros a quien me dirijo. Y no lo hago siempre desde mí. Suena un poco raro si te digo que no siempre hablo yo. Es que es cierto. Se entiende mejor quizá así: no siempre hablo desde el Yo.
Lo de pasarla mal? Por ejemplo ayer estuve escribiendo 24hs seguidas en las que frene solo 15 minutos para comer. 24hs seguidas, quiero decir, que ademas de esos 15 minutos, solo dejaba de mover los dedos cuando quería enviar el comentarío que no entraba en el espacio permitido de ig, se me ocurría otra manera de decir lo mismo más corta, copiaba el texto, lo pegaba en otro lado, y volvia a empezar. Todavía no lo pude mandar.
Volviendo; además de una cosa de alegrarme porque quizá podía servir esto de algo, sentí una cosa de cuidado. Y el punto creo que es que me recordó que hay alguien puntual del otro lado. Entonces, yo supongo que lo sabrás, pero igualmente; es posible que te envie algo que no va hacia vos porque va hacia a la filosofia, por ejemplo. Por que? Por que lo que yo quiero transmitir entra en un mismo lugar en que, ahora no recuerdo el nombre del libro, micropolitica creo, guattari y suely rotnik, cerca del 90, incluso en esas paginas en esas paginas lo encuentro. Y lo que me pasa es que empiezo a leer una nota en el blog, empiezo a contestar en voz alta, abro un word, grito, insulto, y algo de la bronca que también es por mi resistencia, pero allí pasa algo imparable. Digo, algo que no freno y me parece que está ok. No es lo que yo te mando si mando un comentario, pero intento que de ese inicial llegué lo más posible. Y ya viene la pregunta que quiero hacerte. En todo esto, como te decía, para mi dejo de ser lo principal yo y de pronto yo asumo que para vos, vos también. Pero hoy me recordaste que vos y yo estamos, vos allá y yo acá. Yo siento que la fuerza que mueve es siempre el amor. Pero digo, allí hay alguien que quizá no necesariamente. Ahora me pregunto ¿qué moverá más amor? ¿Qué será lo más amoroso? Yo encuentro que el yo, es una barrera. Una mentira. Y no es que el Yo deba moverse al otro, sino que el yo, siemplemente tiene que dejar lugar al Nosotros. Pero por el momento hay Yoes. Mi percepción general es que, en general se tiene, o la gente tiene, con su yo, consigo misma, una relación distinta a la que tengo yo. Una relación distinta incluso a aquella que aquel yo puede decir que quisiera tener. Veo que suele tomarse cosas que no veo como personales, de modo personal. Algo del estilo. Pero hoy me mostraste algo que quizá se me pasaba de largo.
Tu respuesta, claro, me dice que efectivamente la cosa funcionaba un poco como me parecía que funcionaba. Pero al mismo tiempo, el modo en que me animás a seguir, me recordó la importancia de algo. Todo se solucionaría con algun mini prefacio o parentesis o nota al pie. Pero el punto es que a mi no me gustaría que algo de mí te afecte mal, a la vez que en cuanto empiece a llevar la atención en la escritura hacía ese cuidado, puede pasar que algo más importante deje de decirse. Por como me ocurre lo que me ocurre. Ahora, por ejemplo, hablando desde donde estoy hablando, más «normal», o más «humano», yo sé que no estoy siendo más humano y no estoy siendo consecuente conmigo, ya que quien cree lo que cree es porque pudo salir de sí y ver, chequear, rechequear, comprobar, no solo desde las ideas sino por ponerlas en practica, recurriendo a ver como funcionaba en otro con quien se practicase, hasta estar seguro de aquello que creia, y que entonces sabe, y al saber ya no es aquel, sino que está en el lugar de lo.. o en un lugar mucho más cercano a, o en un lugar propio del Ser del Ser Humano, que es en la vitalidad de estas palabras, que se parecen más al Nosotros, que no soy yo y a la vez sí, tanto como depende cuanto la deje o no pasar, cuanto o no sea intervención mia, pero que si yo quise, por ejemplo, guardar demasiados cuidados, no soy lo consecuente que quiero, ni dejo que sea alguien que, quizá podrías serlo vos, sostenga que el Ser Humano es un Ser social, se encuentre con aquello que cree hecho efectivo, entonces me vuelvo a recordar para dónde se apuntaría, aquello que queremos, que pedimos, que sabemos porque no podemos ser otra cosa, y te digo la verdad, lo que sos en verdad es esto, y para acercarte más una cosa que a modo de ejercicio podés hacer, hasta que se regule el punto justo, pero que sin dudas es mucho más real que la opción de quedarse en el yo que se dividió entre no querer soltarse, pensar que el ser es social, y negando que es lo social lo que le indica tal negación, no viene de su libre pensar el no poder ver que no puede salir de adentro algo que se repite en todos del mismo modo, todos pensando ser los individuos cuya individualidad nunca terminan de encontrar ni tiene sentido ni desde ninguna teoria ni práctica, si tenés que ponerte un pantalon porque tu organismo no está hecho para aguantar el frio, por lo que incluso si es demasiado exagerado el ejercicio en verdad no es más exagerado que la posición de Yo separado, entonces; probar que pasa: si leiste estas letras, leerlas como si vos las hubieses escrito a traves de mis dedos. Aquello que habla y que dice y que es la palabra está en un lugar al que quiza se te puedas aproximar únicamente si pasas tu centro por completo hasta la otra punta, es decir, vos sos quien dijo esto, no yo. Se entiende?
Bueno. Eso que salió, lo dejo ahí por las dudas. Lo que quiero saber es ¿cómo preferirías vos que me dirija a vos? ¡Lo voy a tener en cuenta todo lo que pueda!
Siempre vi encontre el amor en el no ocultar. En, te digo lo que veo, como lo veo. Se que así es como lo ven aquellos de con una carga fuerte de un escorpio en su carta natal, pero no los otros signos. Yo creo que lo que daña daña por estar oculto, y no puedo evitar de ver que al decirtelo de este modo, que es uno que te puede resultar mejor, te estoy ocultando algo. Te oculto que yo no creo que lo que dañe… sin ocultar nada te digo: Yo sé que lo que daña es lo que se oculta. Lo sé. Y se que vos también lo podés saber, si es que aún no. Por mí, y por vos, y por Nosotros, te hablaría todo el tiempo de ese modo, y de allí para arriba, hasta que te fundas en el todo. Y sé que la filosofía para encontrar la potencia que la espera, tiene que salir del modo en el que está, al menos un poco. Quisiera preguntarte: vos, más allá de estar de acuerdo acuerdo o no, o lo disparatado que te parezca o lo que sea, con lo que has leido de mi hasta ahora ¿entendes o ves que aquello que yo siento e intento aportar tiene o va a tener que ver con sacarte de una forma, con un cambio de tu forma, y que la forma de la que propongo salir sería por ejemplo una en la que se habla de que las alternativas que aparecen son evangelicas, o despoticas? ¿Crees que vendría bien una justificación o demostración punto por punto de aquello que sostengo o que explique porque digo que tal cosa es de otro modo cuando así digo? Parezco pelotudo preguntando esto! Pero enserio, quiza sirva preguntarlo. Como sea, ya veré que hago con tu nota!
Esto puede servir, mirá, lo de felix y suely:
«La manera de evitar el riesgo de la acumulacion de microfascisimos, no consiste evidentemente en crear sistemas de control y sobre codificación .
Consiste en instaurar dispositivos que articulen modos de expresión disidentes a los modos de expresión dominantes, dándoles cierto poder en las relaciones de fuerza reales .»
Eso es lo que tengo. El dispositivo, el modo de instarurarlo, el modo de articularlo, y el modo de darle, no solo cierto, sino el que necesario poder. Eso es lo que digo: hacia esas relaciones de fuerza, que la filosfia no ha conocido en su historia, y ahora puede.
(No tiene que ver con el ejercicio de forma de leer para salirse del Yo que te propuse. No es un ejercicio, y va por otro lado. Aunque llega al mismo lugar. Es todo eso que dice y que dije)
«Todos los devenires singulares, todas las maneras de existir de modo auténtico, chocan contra el muro de la subjetividad capitalistica, o bien los devenires son absorbidos por ese muro, o bien sufren verdaderos fenómenos de implosion . Es preciso construir otra lógica – diferente de la lógica habitual – para poder hacer coexistir ese muro con la imagen de un blanco que una fuerza seria capaz de perforar . Esto debe hacerse aún a sabiendas de cuan terrible puede llegar a ser ese muro y de que su demolición implica encontrar medios difíciles y organizaos (sin por eso caer en el fascismo total ), al mismo tiempo que se continúan desarrollando agenciamoentos y territorios donde las personas se puedan sentir bien.»
Lo lei hace unos días, ya teniendo el grueso de mi trabajo escrito. También sugiero considerar este tipo de cosas. Estas coincidencias. Que sirven para enentender aquello mayor a nosotros que tiene que ver más con lo que somos. Borré lo que empezaba a escribir para comentar aquel parrafo. Decía algo así como que cuando dan más en detalle qué es lo que habría que hacer, se acercan todavía con más exactitud a lo que hay que hacer. Ya sabés por que lo borré. Sí. ¿o no? Cuando lo leí, en diciembre fue, también putié y me alegré. «Claro. Esto es lo que hice.» Ahí me animé a tirar algún comentario de nuevo. (El trabajo tiene una parte que si lo sigo un poco, se dirije a filosofos).
Como sea, ya estamos empezando algo.
Fuerte abrazo y gracias!
PD: No reviso lo que escribí acá por que puede llevar a que la perra no salga a la calle tampoco en el dia de hoy.