Como te recabieron Berni y Guzmán, sus modales, sus gestos, sus dos formas de encarnar el ajuste. Universidad y calle, brutalidad y corrección, paciencia y corchazos, obediencia siempre. Manija en los barrios, buenos modales en las oficinas. Nueva normalidad tan cruel, vigilante y parecida a la de siempre. Fuertes con los débiles, gato de los fuertes. Científicos, a su manera, de eso que es gobernar.
Te recabio Guernica como laboratorio para calmar a los dueños de la tierra, como otra forma de decirles perdón, como otra forma de decirle a la vagancia que aprenda, que no hay fiesta, que nada, que ahora no. Las metas fiscales escritas afuera, ser mulo del Fondo y que te gane la calle gente aburrida que pide represión y ajuste. La política en patrullero, los cobanis bien plantados, la ausencia de Facundo, Mariela, Luciano, Santiago. Esta nueva moral ortiba y controladora, las ministras que no contestan la carta de las pibas y descubrir nuevamente que siempre se ajusta por abajo.
Te cabio descubrir que eso que pensabas que es militar con suerte es burocracia, que con ciertos gestos apenas alcanza, que eso que creías que es política es gestión más o menos obediente, un poco más ortiba, un poco más piola, que eso que es la vida, la apagan en cada esquina.
Foto de Agustina Byrne
Tan cierto que duele