Breve reseña de Vida de Perro // Diego Valeriano

Este es un libro que aplaca la verborragia panelista, esa patria llena de políticos, psicólogas, buscas, consejalas ansiosas, minutos tarifados y manteros de la filosofía. Es un libro necesario, algo irrespetuoso, con un poco de venta de humo, con disciplina y paciencia, tal vez con pocas risas. Es un libro que no puede dejar de leerse. Es uno de esos libros de los que se habla, de los que se aprende. Es un libro al que le faltan las puteadas que le queremos hacer a los  los setentistas, a la patria socialista. Es un libro donde se cruzan el 2001 y los 70, la resistencia peronista y cada una de las revueltas plebeyas. La orga y el piquete, el FAL y la gomera.

Dos investigadores militantes se encuentran y son dos que saben, dos que son lo que son, que no conceden un centímetro ni por respeto, que hablan entre ellos, pero que le quieren hablar a las pibas, a las comisiones internas, a las travas que venden falopa, a cada inmigrante que tiene que abandonar su tierra, a nuestras muertas, a los que empuñaron un fierro por convicción, a las que no quieren ser patrullas perdidas, a los que la aguantan donde sea. Es un libro contra la crueldad neoliberal.

Es también un libro de uno de los nuestros, uno que pregunta, que es amigo, que se esfuerza al máximo por entender, que se equivoca y que se confunde tanto que se enferma. Uno que de alguna manera nació, murió y resucitó en el 2001. Es un libro donde el que pregunta corrió con nosotros esquivando balas por Avenida de Mayo, tomó mate en el puente, fue por su cuenta a la plaza el 27 de octubre, estuvo todo lo  cerca que se tiene que estar de las Madres, preguntó a quienes no les interesaba responder.

En este libro el que pregunta es un chabón que insiste, que no para de hablar a donde lo convoquen, que encuentra siempre una arista más, que sufre por pavadas, se emociona con cada nueva lucha, se mete en los pasillos y laberintos.  Que no se entrega al cinismo propio de la edad y que siempre que puede, lleva a Iván a la cancha y plazas como único legado genuino.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.