Barcelona se ofrece a acoger a refugiados sirios

por Silvia Angulo



Barcelona no cerró los ojos al drama de la guerra de los Balcanes y convirtió Sarajevo en el ‘distrito 11’ de la ciudad. Ahora ante esta crisis migratoria la capital catalana se plantea dar asilo a los refugiados del conflicto de Siria que están intentando llegar a Europa desesperadamente. Volver a tender la mano y no quedarse al margen ante las trágicas escenas de miles de personas intentando alcanzar el primer mundo a pie, saltando una alambrada, atravesando un túnel o muriendo ahogados en el Mediterráneo. Ayer el líder municipal de ERC así lo planteó durante una entrevista por la mañana en RAC1: «Nuestra ciudad debe estar a la altura de la crisis de los refugiados sirios tal y como se hizo con Bosnia durante la guerra de los Balcanes». Un guante que recogió poco después la alcaldesa Ada Colau que en su Facebook instaba a abordar «un drama humano desde la capacidad de amar que nos hace humanos». Colau afirmó que Barcelona hará todo lo posible para participar en una red de «ciudades refugio», a pesar de que se trata de un tema en el que tiene competencias el Gobierno y la Unión Europea. Una posibilidad que podría empezar a trabajarse en la reunión que está previsto celebrar el próximo viernes con los representantes de las ciudades de Cádiz, Madrid, Badalona, Zaragoza, A Coruña, Santiago de Compostela e Iruña. Un encuentro que tendrá lugar en la capital catalana y donde se intercambiarán experiencias de los primeros cien días de mandatos de los que denominados «alcaldes del cambio».

Por lo pronto, Bosch presentó ayer mismo una iniciativa en el Ayuntamiento para prestar «la ayuda adecuada y afrontar la asistencia y acogida temporal de una parte de los refugiados sirios». Los republicanos reclaman que el Consistorio se coordine con otras entidades supramunicipales, internacionales y oenegés para que Barcelona se convierta en ciudad refugio. Algo que no le viene de nuevo a la capital catalana.

De hecho, según fuentes municipales el equipo de gobierno de Colau habría iniciado conversaciones con Acnur -la agencia de la ONU para los refugiados- con el fin de empezar a coordinar la manera de dar asilo a los refugiados. Unos tímidos contactos que irán ampliándose las próximas semanas. También se estaría dialogando con la oenegé Asil.cat, una red que engloba a seis entidades que «defiende el derecho de asilo en Catalunya». Todo ello tomando como ejemplo la labor solidaria que Barcelona llevó a cabo en Sarajevo.

En su escrito, Colau aprovechó para recriminar el cinismo sobre el debate que se ha instalado en Barcelona este mes de agosto ante la proliferación de manteros. Sobre este asunto afirmó que a pesar de que Europa llora la muerte de inmigrantes en la frontera, «no quieren verlos en nuestras calles con sus mantas, en el metro, o en las escaleras de nuestras casas». También criticó las amenazas que lanzan los gobiernos con el «efecto llamada» y recordó a los exiliados de la Guerra Civil. Con todo, la misma Colau reconoce que las competencias para abordar esta problemática están en manos del Gobierno y de la Unión Europea.

La cuestión de las competencias fue una de las advertencias que le lanzó ayer el grupo municipal de CiU en el Ayuntamiento. El convergente Jordi Martí aseguró que Barcelona siempre ha sido una ciudad acogedora y solidaria, pero que debe ser la Unión Europea quien fije la política que seguir ante una situación que calificó de insostenible. En este punto, remarcó que es un deber moral, ético y político acoger el contingente de refugiados que marque la UE, pero que serán necesarias actuaciones a largo plazo «porque este no es un problema de dos días». Por eso, apuntó que su partido estará dispuesto a destinar una partida económica a atender esta emergencia y dará apoyo a todo lo que se decida en el marco europeo. También recordó que en estos últimos años el Gobierno de Trias había dedicado el 0,7% de los recursos municipales a labores de cooperación internacional.

Una aportación que el líder del PSC, Jaume Collboni, minimizó ayer al asegurar que la tradición de cooperación internacional y de compromiso con las causas perdidas se habían olvidado durante el mandato de CiU. El socialista recibió de buen grado la iniciativa de convertir Barcelona en una ciudad refugio, si «realmente es una propuesta seria, articulada y bien pensada». Con todo advirtió que desgraciadamente los barceloneses se estaban acostumbrando a que se hagan proclamas por la mañana que reciben una respuesta inmediata por la tarde, pero luego no tienen continuidad. Lo calificó de «anuncios que después no acaban desarrollándose».

Quien se mostró mucho más crítico fue el presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández Díaz, que tachó la propuesta de Colau y Bosch de «irresponsable». Advirtió, en este sentido, que la capacidad de acogida de Barcelona no es «ilimitada» y aprovechó para recordarle a la alcaldesa que en la capital catalana existe un «cuarto mundo» con muchas necesidades que atender. Los reproches a Colau no acabaron aquí y consideró que «una cosa es realizar un ejercicio responsable de solidaridad y otro generar un efecto llamada con este tipo de mensajes». Y también se preguntó dónde está previsto acogerlos y cómo lo va a hacer. Por ello, instó a la alcaldesa a concretar el volumen de personas que se pueden quedar en Barcelona, así como las garantías de que el coste de dar asilo a estos refugiados no repercutirá en los barceloneses, ni en los barrios que también lo necesitan.
(Fuente: http://www.lavanguardia.com)

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