El plebiscito en diciembre!!!
Hay algo que la clase política en Chile no ha logrado descifrar: El hartazgo generalizado de los nuevos bárbaros del siglo XXI (la sociedad civil) a los 17 años de dictadura y a los 30 años de abusos neoliberales. El deseo de otro Chile, como lo llamó Tomás Moulian, que emana de los nuevos bárbaros, es el deseo de contener, detener la consumación necropolítica de los gobiernos y partidos neoliberales que negocian a espaldas de la sociedad civil el nuevo pacto social.
La política de la muerte, la tortura y, hoy invento del gobierno de mutilar los ojos de lxs manifestantes, sumados a la mercantilizacion de los mundos de vida, el agotamiento de los recursos naturales, el neoextractivismo del capital transnacional es insostenible, no solo como programa de gobierno sino como proyecto de vida.
El deseo de un otro modo que el de la organización neoliberal del mundo, es el deseo que los bárbaros expresan hoy en las calles como deseo de prolongar la vida en el planeta que habitamos.
La estrategia de la clase política de apaciguar, de normalizar, de negociar políticamente a espalda de los bárbaros, no resolverá el conflicto de un malestar profundo que se explica más por la risa torcida del Guason que por la falta de acceso al Oasis del consumo y a buenos indicadores del crecimiento económico.
La clase política encerrada en el congreso que ha convertido en símbolo de privilegios y granjerías y ajeno al afecto de la participación democrática de los bárbaros, está muy equivocada si piensa que podrá contenerlos con consignas de paz, fuegos artificiales y performance de manteles blancos desplegados en La Plaza de La Dignidad ( ex plaza Italia).
La guerra del gobierno y la clase política del Partido Neoliberal quiere maquillar y dejar intacto lo fundamental del orden neoliberal que se resiste a morir. Ingenuidad, como si la sociedad chilena no tuviera memoria de la efímera alegría que trajo el pacto del plebiscito de 1989. Vino la transición, no lo olvidamos, y la alegría de la campaña del NO nunca llegó. La clase política se arregló los bigotes y el modelo no cambió, por el contrario el modelo fue radicalizado. Los nuevos bárbaros tienen experiencia y memoria. La alegría de la sociedad chilena, es lo que aún esperamos.
Un nuevo pacto a espaldas del pueblo vivo que se ha expresado en las calles de todo Chile, orientado al consumo y a la mercantilizacion de la clase media no va a apaciguar el malestar de nuestras risas torcidas por la angustia de que nos podría llegar a faltar hasta el agua con la mediocre clase política que tenemos.
Los nuevos bárbaros del llamado despertar de Chile, no pueden ser apaciguados por los grandes templos del consumo. Las políticas mercantilizadoras se han convertido en un opio infumable, frente a más de medio siglo de engaños políticos, los nuevos bárbaros reivindican la virtud de la vida digna. La apelación a la dignidad ha sido la poderosa arma con la que los nuevos bárbaros se han defendido de la guerra declarada por el gobierno. Por eso, se lee y seguirá leyendo en los grafitis de las ciudades “no nos vamos de las calles hasta que la dignidad se haga costumbre”.
Al 80 % de la sociedad chilena no le cabe ninguna duda, el neoliberalismo debe ser arrancado de raíz, y la raíz del problema es la constitución de 1980.
La constitución no es solo antidemócratica porque impide el libre nacimiento de un nuevo pacto social, sino también porque impide la posibilidad de que la vida pueda encontrar un nuevo comienzo en instituciones de participación ciudadana.
Hoy no hay nada más amenazante para el orden neoliberal que la democracia participativa que expresa la idea de la Asamblea Constituyente.
El deseo de otro Chile es el deseo a que regresen los nuevos bárbaros, como lo sugiere esta imagen de Banksy y que la clase política chilena, no parece comprender.
Qué piden los bárbaros en la calle: el fin del oprobioso régimen constitucional de 1980 a través de Asambleas Constituyentes.
Para lograr una asamblea constituyente el plebiscito debería ser ahora, en diciembre, no en abril !!!
La pregunta de ese plebiscito debería ser solo una:
Quiere que la constitución de 1980 continúe siendo nuestra Carta Magna?
— si
— no
Excelente Oscar..