Franco Berardi (Bifo) es filósofo, escritor y teórico de los medios de comunicación. Implicado en los movimientos autónomos italianos en los años setenta, preconizó en los ochenta la explosión de la Red como vasto fenómeno social y cultural, y fundó en 2005 la primera “televisión de calle” en Italia contra el monopolio comunicativo de Berlusconi. En castellano ha publicado La fábrica de la infelicidad (Traficantes de Sueños, 2004), Telestreet: máquina imaginativa no homologada (El Viejo Topo, 2004) y El sabio, el mercader y el guerrero (Acuarela Libros, 2006).
¿Cuál es el contexto en el que se han desarrollado las elecciones italianas?
La desintegración política de la Unión Europea. Europa nació como un proyecto de paz y de solidaridad social, recogiendo el legado de la cultura socialista e internacionalista que se opuso al fascismo. En los años 90, los grandes centros de poder del capital financiero decidieron destruir el modelo europeo y la firma del Tratado de Maastricht desató el asalto neoliberal. En los últimos tres años, la anti-Europa del BCE y el Deutsche Bank aprovechó la oportunidad de la crisis financiera de 2008 en EEUU para transformar la diversidad cultural del continente europeo (la cultura protestante, gótica y comunitaria, la cultura católica, barroca e individualista, la ortodoxia espiritualista e iconoclasta) en un factor de desintegración política de la Unión Europea; y sobre todo para plegar la resistencia del trabajo a la sumisión definitiva bajo la globalización capitalista. La reducción drástica de los salarios, la eliminación del límite de ocho horas de trabajo diario, la precariedad laboral juvenil, el aplazamiento de la jubilación para los ancianos y la privatización de los servicios. La población europea tiene que pagar la deuda acumulada por el sistema financiero, porque la deuda funciona como un arma apuntando a la espalda de los trabajadores.
Estamos en un punto de inflexión histórico.
Pueden suceder dos cosas: o bien el movimiento del trabajo puede parar esta ofensiva y poner en marcha un proceso de reconstrucción social de la Unión Europea, o bien la próxima década verá en muchos lugares de Europa estallar la guerra civil, el fascismo crecerá en todas partes y el trabajo se someterá a condiciones de explotación del siglo XIX.
¿Cómo se ha pronunciado el electorado italiano sobre esa alternativa?
El 75% del electorado italiano ha dicho NO al proyecto europeo de Merkel-Draghi-Monti: un 25% se abstuvo; un 25% ha votado a favor de la opción del Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo; y el otro 25% ha votado por el partido de la mafia y el fascismo, por el estafador más brillante de la historia, Berlusconi, enemigo jurado de Angela Merkel porque la mafia no puede aceptar el dominio económico de Berlín. Las elecciones italianas son una respuesta que puede evolucionar en un sentido positivo o catastrófico. Depende de los progresistas, de los intelectuales y de los movimientos sociales autónomos del continente, depende de nosotros.
¿Cómo analizas el fenómeno Grillo?
El movimiento de Beppe Grillo es la novedad en estas elecciones. Recoge principalmente votos de los movimientos de izquierda, pero también ha recabado votos por la derecha. Beppe Grillo ha dicho en repetidas ocasiones que su movimiento robaría votos a la derecha y lo ha conseguido. No creo que el Movimiento 5 Estrellas vaya a ser capaz de gobernar Italia, ese no es el punto. La función importante y positiva que el Movimiento puede tener es hacer ingobernable el país para el partido antieuropeo de Draghi-Merkel-Monti. El electorado italiano ha dicho: no pagaremos la deuda. Insolvencia. La gobernabilidad financiera de Europa ha terminado, aunque Berlusconi y Bersani se pongan de acuerdo para sobrevivir y seguir empobreciendo el país transfiriendo recursos y riqueza al sistema financiero. Ese acuerdo no tiene futuro, no durará. Pero entonces puede empezar lo peor.
¿En qué piensas?
La clase financiera intentará estrangular Italia como ha hecho con Grecia. La crisis política será convulsa y violenta. El resultado puede ser aterrador. La mafia y el fascismo han demostrado controlar el treinta por ciento del electorado italiano y la izquierda ya no existe. La idea de una secesión del norte reaparecerá incluso si la Liga Norte se derrumbó.
¿Ves alternativa?
Sí, también puede comenzar un proceso de liberación de Europa de la violencia del capital financiero, la reconstrucción de Europa sobre una base social. Por fuera de los esquemas políticos del siglo XX, podría propagarse por todas partes un movimiento no convencional de insolvencia organizadada y autonomía productiva. Un movimiento de ocupación podría transformar las universidades en lugares de investigación práctica para encontrar soluciones post-capitalistas. Las fábricas, que el capital financiero quiere destruir, podrían ser ocupadas y autogestionadas, como se hizo en la Argentina después de 2001. Las plazas podrían ser ocupadas para hacer de ellas lugares de debate permanente.
Ese movimiento de la sociedad que propones, ¿tendría algún algún programa?
El programa lo ha enunciado Beppe Grillo, un programa que, a pesar de lo que dicen los mentirosos profesionales La Repubblica, es muy razonable:
-Salario de ciudadanía.
-Reducción de la jornada laboral a 30 horas.
-Restitución a la escuela de los ocho billones de dólares que el gobierno de Berlusconi ha sustraído del sistema educativo.
-Buenas condiciones de trabajo para todos los trabajadores precarios de la educación, la salud y el transporte.
-Nacionalización de los bancos que han favorecido la especulación a costa de la comunidad.
-Abolición inmediata del pacto fiscal.
Hay quien dice que el partido de Grillo administra la ausencia de movimientos en Italia y la reproduce.
No lo comparto. ¿Todo el mundo debe quedarse quieto cuando la sociedad es incapaz de moverse? No hay que lamentarse porque otro haga política en nuestro lugar, sino hacer política y crear movimiento. El partido de Grillo ha impedido el gobierno de la dictadura financiera. Ahora es el turno del movimiento de la sociedad. ¿Tendrá la sociedad la energía y la inteligencia necesarias para autogestionar la vida social con un movimiento de ocupación generalizada? Si no tenemos esa energía, nos merecemos el desastre que vendrá.