Naturalizar la crueldad, nunca.
Sí, nos cuidan nuestras amigas. Sí, nos cuidan nuestres compañeres. Sí, nos cuidamos entre nosotres. Organizamos el cuidado y lo hacemos herramienta. Lo hacemos política. Y lo hacemos potencia. Pero romantizar la desidia de un Estado que solo está presente en nuestras vidas con su fuerza punitiva, nunca.
No queremos quedar a merced de un sistema de denuncias inútil. No queremos que las únicas respuestas sean punitivistas. No queremos que se aumente el presupuesto en armas, carros hidrantes, más efectivos y comisarias mientras se desfinancia a la línea 144, mientras no se aumenta ni la cantidad de trabajadorxs ni sus salarios. Que se ofrezcan casas nuevas a los policías y ni un cuarto para lxs que necesitan escapar de relaciones violentas.
No acordamos en que la única solución para erradicar la violencia de género sea la cárcel (que sabemos, no sirve para nada) en lugar de transformar este sistema, educativo, comunicacional, económico, laboral y político que construye y sostiene al femicida.
Naturalizar la crueldad, nunca. Porque no pensamos acostumbrarnos a llorar a nuestras muertas. Seguimos y seguiremos gritando que para que no haya Ni Una Menos necesitamos -urgente- tierra, vivienda, salud, educación y cuidados.
Por eso nos convocamos este miércoles a las 17 hs en Tribunales. Por Úrsula, por una vida digna y por una justicia feminista y popular.